La paciencia siempre tiene un punto y final. Y más en política. Las advertencias a Rusia ya se han acabado, y ahora es momento de dar un paso al frente. Eso es lo que han hecho Estados Unidos (EEUU) y la Unión Europea (UE) ante tanto desaire procedente de Moscú y su intervención militar en Ucrania. Llegan las restricciones económicas, comerciales y energéticas.
Este viernes la UE ha vuelto a sancionar a Rusia al restringir la financiación en los mercados de capitales europeos a las empresas del sector petrolero rusas Rosneft, Transneft y la filial de petróleo del gigante de gas Gazprom. Además, los Veintiocho han decidido ir también a por las tres compañías de defensa más importantes de Rusia, industria que está muy ligada al petróleo.
La UE también ha congelado los activos y prohibido la entrada al territorio europeo de 24 individuos más, incluidos los nuevos líderes de las regiones separatistas ucranianas de Donetsk y Lugansk así como de varios líderes parlamentarios rusos y al conocido colaborador directo del presidente, Vladimir Putin, y exmiembro del KGB, Sergei Chemezov, al que los Veintiocho consideran que "se beneficia de sus vínculos" con el mandatario como presidente de la principal empresa estatal de defensa Rostec.
Pero el ataque a Rusia también se hace desde el punto de vista financiero. La UE ha prohibido en el nuevo paquete comerciar con valores o instrumentos del mercado del dinero similares con vencimiento a más de 30 días emitidos después del 12 de septiembre de los grandes bancos rusos en un intento por restringir todavía más el acceso a la financiación en los mercados de capitales europeos y tampoco de los de las seis compañías de energía y defensa sancionadas. También se han prohibido nuevos préstamos a los cinco grandes bancos rusos estatales y los servicios relacionados con la emisión" de dichos instrumentos financieros, como por ejemplo el brokering.
En total, 119 dirigentes rusos y de las regiones separatistas en el este de Ucrania han sido sancionados hasta la fecha por la UE, además de 23 empresas y corporaciones.
Intervención de EEUU
EEUU no se ha podido quedar al margen de las atrocidades que está llevando a cabo el Gobierno de Putin en Ucrania y apoya incondicionalmente a Europa en este conflicto. De esta manera, la administración Obama ha interpuesto nuevas sanciones a empresas rusas.
Concretamente, EEUU ha decidido ir a por las principales empresas de defensa, energía y finanzas del país. Washington restringe la capacidad de financiación de Rostec, uno de los mayores conglomerados de defensa y equipamiento militar de Rusia. Además, se congelan los activos que otras cinco empresas estatales rusas de defensa puedan tener bajo jurisdicción de EEUU: OAO Dolgoprudny Research Production Enterprise, fabricante de munición y armas, incluidos los misiles SA-11 y SA-17, Mytishchinski Mashinostroitelny Zavod OAO, fabricante de sistemas de misiles antiaéreos y vehículos militares, Kalinin Machine Plant JSC, fabricante de misiles antiaéreos, artillería y municiones, Almaz-Antey GSKB, dedicada también a la producción de misiles para el Ministerio de Defensa ruso y JSC NIIP, fabricante de radares para los cazas MiG y Sukhoi.
En el área financiera, el banco Sberbank, el mayor de Rusia, que controla un tercio de los activos y del capital bancario, reduce su capacidad de financiación en dólares estadounidenses.
En el ámbito energético restringe las exportaciones a Rusia de materiales y equipo destinado a la exploración petrolera en aguas profundas y "gas de pizarra" a varias compañías, entre ellas Gazprom, una las mayores empresas de Rusia, controlada por el estado, y de peso mundial en la exploración y venta de gas a su filial Gazprom Neft, dedicada a la exploración, refino y venta de petróleo y derivados, la petrolera Lukoil, y Surgutneftegas, petrolera rusa dedicada a la comercialización y distribución de combustible.
**El peligro del suministro **
Una de las preocupaciones de la UE es que Rusia decida cortar el suministro de gas al Viejo Continente. Tras estas duras sanciones económicas, le toca el turno a Rusia. No se sabe aún qué hará pero los mercados se preparan para un corte del suministro del gas a Europa.
Hasta ahora Putin y su Gobierno han desoído todas las advertencias y ni se han inmutado por las sanciones impuestas hasta ahora. Es más, ha contestado con mayor intervención en Ucrania y encima ha reducido el suministro de gas a Polonia.
Ante esta posibilidad de cortar el suministro de gas, la UE y EEUU están cerca de llegar a un acuerdo para que el gigante norteamericano exporte gas a los Veintiocho con el envío de barcos metaneros. Desde que EEUU se ha convertido en uno de los principales actores del mercado del gas, ha pasado de ser el mayor exportador a poder ser importador gracias al fracking, se ha convertido en la solución primordial ante un eventual corte de suministro.
Tanto Obama como los principales gobernantes europeos esperan que estas sanciones cambien de parecer a Moscú en su insistencia en el conflicto con Ucrania. El problema será si Moscú sigue con sus trece. ¿Cuál sería la respuesta de Occidente? Para eso habrá que esperar, pero con el deseo de que se arregle el conflicto de una manera pacífica.
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