A punto de cumplirse un mes de retraso para entregar a Bruselas el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), el Gobierno asegura que todavía le queda entre dos y tres semanas más para ver la luz. El documento está ya muy elaborado según ha adelantado a El Periódico de la Energía, Mario Rodríguez, director ejecutivo de Greenpeace España, tras la reunión que han mantenido las cinco ONG ambientalistas con la ministra Teresa Ribera, pero hay dos escollos que están bloqueando su presentación en sociedad: el cierre de las nucleares y el fin del diésel en España.
"Principalmente el melón está en el calendario de cierre de las centrales nucleares", explica Rodríguez, "el Ministerio baraja varios factores como son el coste del desmantelamiento de las plantas, el agujero de Enresa (el déficit del fondo de gestión de residuos), su capacidad para ese desmantelamiento y la falta de acuerdo que hay entre las tres eléctricas propietarias de Almaraz para decidir cuándo y cómo cerrar esta central, que a su vez están presionando al gobierno".
La central nuclear de Almaraz, participada en un 53% por Iberdrola, un 36% por Endesa y un 11% por Naturgy, tiene hasta finales de marzo para pedir la renovación de su permiso de explotación. Sus propietarios mantienen diferentes posiciones sobre el plazo para solicitar esa extensión de su actividad, lo que está condicionado a que el Gobierno se posicione claramente sobre el futuro de las centrales nucleares en nuestro país.
La hoja de ruta en materia energética y ambiental con el horizonte 2030 "probablemente no definirá o detallará cuándo y cómo se van a cerrar las centrales, sino que habrá ventanas o periodos sin un calendario concreto", añade el director de la organización ambientalista.
El otro punto caliente es el futuro de los fabricantes de automóviles en España. A nadie le pilla por sorpresa la batalla que mantiene el sector con el Ministerio de Transición Ecológica desde que se conocieron sus intenciones de prohibir la venta de vehículos diésel en 204o. Una anuncio que no solo ha escocido a la industria del automóvil sino también al sector del petróleo en España. De hecho, hace unos días reclamaba el respeto por la neutralidad tecnológica para abordar el desafío de la transición hacia una descarbonización de la economía.
Sin embargo, aquel borrador de Anteproyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética que se presentó a primeros de noviembre ni se ha llevado a Consejo de Ministros, ni se ha registrado en el Congreso y por supuesto, todavía no se ha comenzado a discutir entre los grupos parlamentarios. De hecho, no se espera que después de estos casi tres meses, sea el texto definitivo.
Lo que sí ha anunciado el Gobierno a los grupos ecologistas es que, en esa fecha tope de dos o tres semanas, se conocerán a la vez la propuesta de Ley de Cambio Climático, el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima y la Estrategia para una Transición Ecológica Justa.
Ribera les ha expuesto a Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/BirdLife y WWF que el Gobierno está trabajando en las tres iniciativas como "piezas de un mismo puzzle" y que quiere dotar a los tres instrumentos de "coherencia", y que espera dar a conocer los textos en el próximo Consejo Nacional del Clima, convocado para el próximo 30 de enero.
"El horizonte está en el Consejo Nacional del Clima. El Gobierno tiene todo el mes de enero para presentar a la Comisión Europea el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, así que aún hay que esperar unos días", ha comentado Teresa Ribera, según agencias.
Finalmente, otro de los anuncios que les ha hecho la ministra es que también está "a punto" de salir próximamente el Real Decreto de Autoconsumo.
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