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El carbón y el petróleo matan hasta 1.000 veces más que la nuclear o las renovables

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Seguramente que alguna vez se han hecho esta pregunta: ¿qué fuente energética produce más muertes? ¿La nuclear? ¿El carbón? ¿La hidroeléctrica? ¿El petróleo? ¿O eólica o solar? Un informe que se actualiza cada año y que se realizó por primera vez en 2017 dice qué fuentes de energía son las más seguras y lo relaciona con cuáles son las más limpias, y el resultados es evidente. Lo que causa más muertes en cuanto a energía se refiere son los combustibles fósiles que a su vez son las que más gases de efecto invernadero emiten a la atmósfera.

La creciente disponibilidad de energía barata ha sido parte integral del progreso que hemos visto en los últimos siglos. Ha permitido que el trabajo sea más productivo y la gente de los países industrializados es mucho más rica que sus antepasados, trabaja mucho menos y disfruta de condiciones de vida mucho mejores que nunca. El acceso a la energía es, por tanto, una de las fuerzas impulsoras fundamentales del desarrollo.

Pero tienen una parte negativa que son las causantes de millones de muertes al año. Según el informe de Our World in Data, al menos cinco millones de personas mueren prematuramente cada año como resultado de la contaminación del aire.

Los combustibles fósiles y la quema de biomasa (madera, estiércol y carbón vegetal) son responsables de la mayoría de esas muertes. La eliminación de los combustibles fósiles podría reducir las muertes prematuras por contaminación del aire en alrededor de dos tercios. Eso es de tres a cuatro millones de muertes por año.

La segunda mayor causa son los accidentes . Esto incluye accidentes que ocurren en la minería y extracción de combustibles (carbón, uranio, metales raros, petróleo y gas) e incluye accidentes que ocurren en el transporte de materias primas e infraestructura, la construcción de la central eléctrica; o su despliegue.

La tercera son las emisiones de gases de efecto invernadero: los combustibles fósiles son la principal fuente de gases de efecto invernadero, el principal impulsor del cambio climático. En 2018, el 87% de las emisiones globales de CO2 provinieron de los combustibles fósiles y la industria.

Con estos datos, los resultados son evidentes. La fuente de energía que más vidas mata es el carbón, con 24,6 muertes por cada teravatio-hora producido de energía. Por hacerse una idea, un teravatio-hora de energía es aproximadamente lo mismo que el consumo energético anual de 27.000 ciudadanos de la Unión Europea.

Teniendo en cuenta que el carbón produce un 25% de la energía que se consume en todo el mundo, el resultado es terrorífico.

Le sigue el petróleo, con 18,4 muertes por cada TWh, y en tercer lugar la biomasa que produce 4,6 muertes/TWh y el gas natural unas 2,8 muertes/TWh.

Ahora bien, hay tecnologías que son mucho más limpias y que producen muchas menos muertes y ahí destacan las renovables y la nuclear.

La tasa de mortalidad por energía nuclear incluye unas 4000 muertes por el desastre de Chernobyl en 1986 en Ucrania (basado en estimaciones de la OMS); 574 muertes en Fukushima (la muerte de un trabajador y 573 muertes indirectas por el estrés de la evacuación); y muertes ocupacionales estimadas (principalmente por minería y molienda).

Con todo ello, la tasa de muertes por la energía nuclear es de 0,07 muertes por TWh producido. La energía nuclear, por ejemplo, provoca 99,7% menos de muertes prematuras que el carbón; 99,6% menos que el petróleo; y 97,5% menos que el gas. La energía eólica, solar e hidroeléctrica son aún más seguras. Sus datos caen a 0,04 muertes en el caso de la eólica y de 0,02 muertes por TWh para hidroeléctrica y energía solar.

Para que se hagan una idea. El carbón mata 1.230 veces más que la energía solar, o el petróleo lo hace 263 veces más que la nuclear.

Con estos datos queda evidente que nuclear y renovables son las fuentes energéticas más seguras mientras que la quema de combustibles fósiles son las mayores causantes de muertes prematuras. Por tanto, la descarbonización es más urgente que nunca. Otra comparación. Las muertes por Covid en todo el mundo han alcanzado los 1,67 millones a día de hoy. Cada año mueren cinco millones de personas por la contaminación del aire. Ahora, piénsenlo.

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Un comentario

  • Turbomotor2000

    19/12/2020

    Seamos realistas, solo se puede intentar acabar con estas dos fuentes de energía cuando desarrollemos alternativas que nos permitan generar de una manera limpia, la energía que ellas, de manera altamente contaminante, nos proporcionan. Poder se puede.

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