La XXVII Cumbre Hispano-Francesa, que se celebrará el jueves en Barcelona con una nutrida representación ministerial, tendrá como uno de los puntos más relevantes del orden del día el futuro corredor energético H2Med que conectará ambos países por vía submarina, aunque también se tratarán las interconexiones terrestres y ferroviarias.
Los presidentes español, Pedro Sánchez, y francés, Emmanuel Macron, tendrán sobre la mesa la carpeta del H2Med -inicialmente denominado BarMar porque conectará Barcelona y Marsella-, una iniciativa nacida el pasado 20 de octubre y que en estos dos meses y medio ha dado ya sus primeros pasos.
En todo caso y según fuentes del Gobierno consultadas por Efe, la cumbre servirá para tratar otras infraestructuras, concretamente interconexiones terrestres y ferroviarias, así como asuntos vinculados a la cultura, la educación y la agricultura.
UN PROYECTO VALORADO EN 2.850 MILLONES
El H2Med es, en buena medida, la solución consensuada ante la negativa de Francia de apostar por el MidCat, que preveía una interconexión entre España y el país galo a través de los Pirineos para el transporte de gas, aunque la voluntad era adaptarlo después al hidrógeno.
Estancado desde 2019, por el rechazo de los reguladores de ambos países, este proyecto de gasoducto volvió a suscitar interés tras la invasión rusa de Ucrania, que hizo evidente la dependencia europea del gas ruso.
Eliminado de la ecuación el MidCat, los esfuerzos se focalizan ahora en el H2Med, el "primer gran corredor de hidrógeno de la UE": se prevé que tenga un coste de 2.500 millones de euros -además del tramo portugués- y se espera que pueda transportar el 10 % del hidrógeno consumido en Europa ya en 2030, es decir, 2 millones del total de 20 millones de toneladas que se esperan.
La iniciativa la impulsan Sánchez y Macron, así como el primer ministro portugués, António Costa, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha acogido "positivamente" el acuerdo entre estos países porque "va justo en la dirección correcta". El acuerdo se formalizó en Alicante el pasado 9 de diciembre.
Días más tarde, el 15 de diciembre, el H2Med se presentó a la convocatoria para Proyectos de Interés Común (PCI, en inglés) para poder recibir hasta un 50 % de financiación europea.
HASTA 703 KILÓMETROS Y DOS CAMBIOS DE FRONTERA
El H2Med constará de dos tramos: el más largo conectará Barcelona y Marsella, en parte por debajo del mar, mediante 455 kilómetros de tubo; y a ese se sumarán 248 kilómetros más que unirán la localidad lusa de Celorico de Beira con Zaragoza.
El tramo Barcelona-Marsella podría empezar a construirse hacia 2025-2026 a través de un consorcio entre la española Enagás, la portuguesa REN y los franceses GRTgaz y Teréga.
En el caso del tramo Portugal-España, que eleva el proyecto global a un coste de 2.850 millones, cada transportista del sistema -Enagás y REN- será el encargado de la construcción y operación de la infraestructura en su país.
HIDRÓGENO VERDE, HIDRÓGENO ROSA
La reunión de Alicante dejó patente, sin embargo, que no está todavía todo acordado, dado que Macron dejó la puerta abierta a que este nuevo corredor transporte, también, el hidrógeno de origen nuclear -llamado "rosa"-, dado la histórica apuesta francesa por este tipo de energía.
España y Portugal, por contra, rechazan de inicio esta idea y abogan por el hidrógeno producido exclusivamente a partir de energías renovables, el que se califica de "verde".
El hidrógeno necesario para consumir energía es, en cualquier caso, resultado de un proceso de electrólisis del agua, es decir, aquél que divide el hidrógeno del oxígeno.
El color por el que se denomina a los diferentes tipos de hidrógeno viene por su forma de producirlo: según la cantidad de CO2 que se libera durante el proceso se cataloga como negro, gris, marrón, azul, turquesa, verde o rosa.
Con todo, todavía existe margen para concretar esta cuestión antes de 2030, más si cabe cuando aún se está pendiente de la futura regulación europea al respecto.
Miguel
17/01/2023