El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha presentado una denuncia ante la policía por el acceso hoy a su sede central de un grupo de activistas de Greenpeace para protestar por la posible reapertura de la central de Garoña (Burgos).
Dos vehículos con miembros de Greenpeace han accedido al edificio del CSN por los pasos de carros de garaje, que estaban abiertos para el acceso del personal del Consejo, y han desplegado pancartas en la fachada del edificio para pedir el cierre de Garoña (Burgos).
Dichos vehículos han sido retenidos por el servicio de seguridad de la sede del CSN, hasta que los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, una vez alertados, han tomado el control del incidente, explica el organismo regulador en un comunicado.
El Consejo de Seguridad Nuclear ha presentado la correspondiente denuncia de los hechos ante la Dirección General de la Policía.
El pleno del CSN, que se celebra los miércoles, ha lamentado la acción de Greenpeace, pues como órgano regulador en materia de seguridad nuclear y protección radiológica, con carácter independiente, "no debe verse influenciado por presiones de ningún tipo.
Además las competencias del CSN en la renovación de Garoña "se limitan a la emisión del informe técnico"; corresponde al Ministerio de Industria la resolución final, "tanto en lo que se refiere a la concesión o denegación de la petición, como a cualquier eventual decisión sobre la suspensión de dicho informe técnico".
El CSN apela a la responsabilidad de los distintos grupos de interés para que no lleven a cabo acciones que pueden ser interpretadas como "una presión moral y jurídicamente injustificada sobre un organismo regulador que solo cumple con su labor dentro de la legalidad establecida".
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