Política energética

El desgarrador mensaje de las mujeres de las cuencas mineras: "El carbón nos ha llevado a la ruina"

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Es la crónica de una muerte anunciada. El 31 de diciembre de este año 2018 expira el plazo para que las minas no rentables devuelvan las ayudas o cierren, que eso es casi como decir todas. Como mucho, podría subsistir alguna explotación con actividad a cielo abierto, ubicada en Teruel, pero no hay ningún futuro para el resto de los pozos. Y a partir de ahora ¿qué?

Tanto los sindicatos UGT y CCOO como los gobiernos regionales y municipales afectados por esta decisión de la UE siguen defendiendo a capa y espada la continuidad de un sector que está abocado a la desaparición y han tenido que ser las mujeres de los valles mineros quienes empiecen a dar la voz de alarma para que se cambie el 'chip' y busquen alternativas al carbón.

Incluso han ido a Estrasburgo, a hablar con los eurodiputados de la mano de Greenpeace. Es el caso de Eloina Camiña, presidenta de la asociación cultural Amigos del té, de Laciana, un valle leonés minero que ha pasado de ser una de las zonas más ricas del país a la zona con más parados de España en los últimos años.

"Después de los años 2012 y 2013, que fue una etapa de auténtica depresión, nuestro valle está empezando a revivir", explica Camiña a El Periódico de la Energía, "poco a poco la gente está siendo más consciente de que el carbón se va a cerrar, y mientras tanto los pueblos están llenos de prejubilados, mineros de más de 41 o 42 años y que ganan, el que menos, los 2.000 euros al mes".

Eloina Camiña, presidenta de la asociación cultural Amigos del té, de Laciana y
Sofía Serrano, de Alcañiz, Teruel que elaboró su final de máster sobre “Un modelo alternativo de desarrollo para la cuenca minera de Teruel”.
Eloina Camiña, presidenta de la asociación cultural Amigos del té, de Laciana y Sofía Serrano, de Alcañiz, Teruel que elaboró su final de máster sobre “Un modelo alternativo de desarrollo para la cuenca minera de Teruel”.

El Plan del Carbón firmado con el Gobierno facilitaba una más que generosa prejubilación a condición de no volver a trabajar de nuevo o crear un nuevo negocio, lo que ha promovido una generación de hombres de mediana edad que se dedican a criar a sus hijos, a sus hobbies, a hacer deporte... "hay mucho deportista que se va a la montaña o bicicleta porque no pueden trabajar en nada ni pueden montar un negocio si no quieren perder el importe de la prejubilación", explica Eloina Carmiña.

Pero el valle de Laciana no está parado, casi todas las iniciativas empresariales que se han puesto en marcha, las han iniciado las mujeres y está empezando a resurgir. "Apostamos por el desarrollo del turismo rural, por proyectos agrícolas, como el cultivo de setas en bocamina, todo lo relacionado con el medio ambiente, porque nos hemos dado cuenta es ésa es la solución para todo", añade, "incluso hemos creado una Oficina de Turismo con rutas para conocer la fauna que tenemos, como el oso pardo o el urogallo".

"Después del conflicto de hace unos años por las minas de cielo abierto, que dividió a la población en dos bandos, y después de que pasaron los años gloriosos de la mina dejando un reguero de despilfarro, llegó el alcoholismo, la drogodependencia, la desesperación, la despoblación, etc., y también las prejubilaciones y el sálvese quien pueda", explica en el blog de Greenpeace. "Empresarios del carbón, conocidos por todos, han intentado sacar lo máximo posible de las ayudas con el apoyo de los políticos de turno que nos han llevado a la ruina", añade.

Andorra, Teruel

La situación de los pueblos que viven alrededor de la central térmica de Andorra es algo diferente. Según Sofía Serrano, natural de Alcañiz, "a día de hoy hay un cambio de mentalidad pero es un tema bastante conflictivo y nadie que esté en contra de perpetuar la industria del carbón se atreve a decirlo en voz alta".

Para ella, en el valle de Laciana "ya han cruzado el desierto y si en Teruel queremos ahorrarnos el tiempo y el enfrentamiento que han sufrido allí porque haya una parte de la población que no aceptan que el carbón se acaba, hay que ponerse a hacer los cambios ya".

Sin embargo, reconoce que "la gente cree que finalmente el gobierno dará el dinero necesario en el último momento para sostener la central térmica de Endesa o que se les prejubilará como ha ocurrido en otras cuencas".

Y mientras esperan, "los propios mineros no han buscado una alternativa a la mina, aunque las mujeres sí estamos buscando nuevos proyectos empresariales que sean el sustituto a un sector que tiene los días contados", concluye.

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