El director general de E.ON respalda la "verificación de la realidad" del Gobierno sobre la transición energética y pide limitar el apoyo a las renovables

El director ejecutivo de la empresa energética E.ON, Leonhard Birnbaum, ha elogiado los esfuerzos del gobierno alemán por priorizar la eficiencia energética en sus planes de transición energética, argumentando que el crecimiento de nuevas instalaciones de energía renovable en los últimos años ha generado mayores costos para los consumidores. “La energía verde en sí misma no es cara", declaró Birnbaum en un artículo para el periódico Die Welt, añadiendo que "se encarece cuando esta energía no llega a los hogares ni a las empresas o solo a un costo desproporcionado".

El próximo y controvertido informe de seguimiento de la transición energética del Ministerio de Economía aportará nuevas cifras a la demanda energética prevista de Alemania en el futuro y orientará prospectivamente los objetivos actualizados de energías renovables y expansión de la red. Birnbaum afirmó que esto era importante para una planificación eficiente y centrada en la demanda. “Necesitamos una constante evaluación de la realidad en lugar de objetivos políticos”, argumentó.

Sin ningún plan

El director de la eléctrica germana afirmó que Alemania está construyendo actualmente turbinas eólicas y parques solares "sin ningún plan, a costa del público" y "en lugares donde nadie las necesita y donde la red eléctrica ya está al límite". Birnbaum explicó que el "crecimiento descontrolado del sistema energético" ha provocado una situación en la que la inyección excesiva de energía renovable se ve limitada porque no hay forma de almacenarla ni transferirla a los consumidores. "Se está gastando dinero en un sistema de apoyo inútil, por ejemplo, para las energías renovables, que desde hace tiempo han podido autoabastecerse", argumentó el director ejecutivo.

El gobierno anterior había convertido la rápida expansión de las energías renovables en un elemento clave de su política energética y climática, una medida que los grupos industriales y los defensores de la acción climática consideraban necesaria desde hacía tiempo para garantizar que el país se mantuviera en el buen camino hacia sus objetivos de reducción de emisiones y preparara la economía para la transición hacia una producción neutra en emisiones de gases de efecto invernadero.

La expansión de las energías renovables en el país solo recientemente se recuperó a niveles cercanos a los necesarios para los objetivos climáticos, pero aún se encuentra por debajo de los niveles requeridos. Para respaldar una economía electrificada basada en las energías renovables , la red eléctrica y otros elementos del sistema energético deben adaptarse para gestionar la inyección intermitente de energía renovable, lo que incrementa los costos del sistema a pesar del abaratamiento significativo de la generación de electricidad renovable.

Ahorros en costes

Argumentando que el país podría ahorrar miles de millones de euros en costos del sistema al controlar los mecanismos de apoyo actuales, Birnbaum dijo que "es correcto que el gobierno tome decisiones impopulares al respecto". El informe de monitoreo debe conducir a "consecuencias valientes", dijo Birnbaum. Esto significaría "construir generación de energía y capacidad y la red solo donde realmente se necesita", para "recortar el apoyo masivamente, incluso si los grupos de presión individuales gritan histéricamente".

Birnbaum ya en el pasado había pedido recortar el apoyo a los propietarios de energía solar fotovoltaica a pequeña escala , que están exentos de las exenciones de red que E.ON utiliza para pagar los costos de operación de la red . También hizo un llamado a "aprovechar finalmente el vasto potencial de flexibilidad en nuestro sistema energético".

El informe de seguimiento fue encargado por la ministra de energía Katherina Reiche, quien trabajó en una subsidiaria de E.ON antes de unirse al gobierno de su compañero conservador Demócrata Cristiano ( CDU ), el canciller Friedrich Merz, en mayo. El informe, que Reiche ha calificado como una "verificación de la realidad" para la transición energética, ha sido ampliamente criticado por su posible consecuencia de ralentizar la expansión de las energías renovables  en el país, una medida que muchos activistas climáticos y representantes de la industria consideran contraria a la consecución de los objetivos climáticos y a la preparación de la economía para una transición a un sistema totalmente basado en energías renovables.

Los críticos lamentan especialmente la falta de transparencia en la preparación del seguimiento, que podría suponer un crecimiento muy lento de los factores de demanda (como los vehículos eléctricos, las bombas de calor y la producción de hidrógeno verde) y, por lo tanto, conducir a una transición energética más lenta.