La cuota de energías renovables baja ligeramente en Alemania en el primer semestre de 2025, pero la expansión de la eólica gana impulso

Las fuentes de energía renovables cubrieron aproximadamente el 54% del consumo eléctrico de Alemania en el primer semestre de 2025, una cifra inferior al 57% del mismo período del año anterior, según el grupo de la industria energética BDEW. Las turbinas eólicas, los paneles solares y otras fuentes renovables produjeron alrededor de 141.000 millones de kilovatios hora (kWh) de electricidad entre enero y finales de junio, un 5,4 % menos que en el primer semestre de 2024. BDEW atribuyó esta disminución principalmente a las condiciones meteorológicas desfavorables.

La energía eólica experimentó una caída particularmente pronunciada de más del 17 % en su producción debido a vientos históricamente débiles en el primer trimestre del año, según informó el grupo basándose en las cifras que revisó en colaboración con el instituto de investigación ZSW. Sin embargo, las turbinas eólicas aún cubrían casi una cuarta parte de la demanda eléctrica.

Al mismo tiempo, la escasez de precipitaciones provocó una reducción significativa de la producción hidroeléctrica, que disminuyó casi un 30 % en comparación con el año anterior, cuando Alemania registró abundantes lluvias. La falta de agua de deshielo en primavera agravó la caída de la producción hidroeléctrica, que registró su nivel más bajo en 20 años, añadió BDEW.

Mientras tanto, la producción de energía con instalaciones solares fotovoltaicas aumentó notablemente gracias al continuo auge de la expansión de esta tecnología: la energía solar fotovoltaica aumentó un 23 % en comparación con 2024 y cada mes de 2025 superó a su homólogo del año anterior, según las cifras. «Sin embargo, este fuerte crecimiento no fue suficiente para compensar por completo la caída de la energía eólica», declaró BDEW.

La energía eólica avanza con paso firme

“A pesar de las fluctuaciones climáticas, estas cifras demuestran que las energías renovables se han convertido desde hace tiempo en el pilar fundamental del suministro eléctrico del país industrializado más importante de Europa”, declaró Frithjof Staiß, director general de ZSW . Unas condiciones de planificación fiables serían el factor más importante para proteger la competitividad de la industria alemana y generar ganancias en línea con el Pacto Industrial Verde de la UE, añadió Staiß.

El grupo de la industria eólica BWE también publicó las cifras del primer semestre de 2025, en el que Alemania experimentó su mayor expansión desde 2017, con 409 aerogeneradores de nueva construcción con una capacidad combinada de 2,2 gigavatios (GW). Al mismo tiempo, en lo que va de año se han licenciado más de 1.250 nuevos aerogeneradores con una capacidad de 7,8 GW, el mayor volumen jamás alcanzado en este periodo. “La energía eólica avanza por buen camino”, declaró Bärbel Heidebroek, directora de BWE, y añadió que ya se había asegurado una mayor expansión a un alto nivel para los próximos años.

Sin embargo, a pesar de la tendencia positiva, el desarrollo aún está por debajo de los objetivos gubernamentales establecidos en la Ley de Energías Renovables (EEG). Alemania volvería a encaminarse hacia estos objetivos "como muy pronto a partir de 2026", añadió Heidebroek, instando a los responsables políticos a mantener la dinámica actual del sector. "Ahora se trata de mantener el rumbo e implementar los objetivos de expansión de las energías renovables", argumentó.

La nueva ministra de Economía y Energía de Alemania, Katherina Reiche, de la conservadora Unión Demócrata Cristiana (CDU), ha provocado preocupación entre las ONG y los observadores de la industria al anunciar un informe de seguimiento de la transición energética que se pretende que sirva como modelo del gobierno para la política energética en los próximos años.

Los críticos han afirmado que la supervisión de la ministra podría frenar la expansión al subestimar la demanda de electricidad y de nuevas instalaciones hasta 2030. Reiche ha argumentado que la llamada "verificación de la realidad" de la transición energética busca reducir costes y aumentar la seguridad del suministro energético, en lugar de centrarse en maximizar la reducción de emisiones.