Seguramente habrás escuchado antes la palabra ecocidio. No es un concepto nuevo. En 1972, en el marco de la Conferencia sobre el Medio Ambiente de Naciones Unidas celebrada en Estocolmo, el primer ministro sueco Olof Palme se convirtió en el primer jefe de Estado en utilizar la palabra ecocidio para referirse a la destrucción masiva del medio natural causado por el ejército de Estados Unidos con defoliantes en Vietnam.
Sin embargo, desde 2021, la palabra ecocidio dispone de una definición jurídica propuesta por un grupo internacional de 12 juristas para que la Corte Penal Internacional (CPI) lo reconozca como el quinto crimen contra la paz en el Estatuto de Roma.
En concreto, se define ecocidio como «cualquier acto ilícito o arbitrario perpetrado a sabiendas de que existen grandes probabilidades de que cause daños graves, extensos o duraderos al medio ambiente».
Según la propuesta, un ecocidio se considera «arbitrario», por ser una imprudencia temeraria que cause unos daños manifiestamente excesivos en relación a la ventaja social o económica prevista; además debe ser un daño «grave» que cause cambios, perturbaciones o perjuicios adversos y notorios en cualquier elemento del medio ambiente, incluidos los efectos para la vida humana o los recursos naturales, culturales o económicos; también el daño debe ser «extenso», que vaya más allá de una zona geográfica limitada, rebase las fronteras estatales; y finalmente será un daño «duradero», de carácter irreversible o que no se pueda reparar mediante la regeneración natural en un plazo razonable.
Un poco de historia
Para explicar por qué el cierre nuclear alemán es un ecocidio, tenemos que remontarnos al año 2005. El canciller Gerhard Schröder sentó las bases del cierre nuclear alemán al final de su mandato, al limitar la vida útil de las centrales nucleares a 34 años y prohibir la construcción de nuevos reactores.
En septiembre de 2005 perdió las elecciones frente a Angela Merkel. El 24 de octubre, semanas antes de que Schröder renunciara como canciller, el gobierno alemán garantizó una cobertura de mil millones de euros del coste del gasoducto Nord Stream, en el caso de que Gazprom no pagara el préstamo.
Poco después de su dimisión como canciller, Schröder fue elegido presidente de la junta de accionistas de Nord Stream AG, perteneciente a Grazprom, la empresa estatal rusa de gas natural. En 2016, Schröder pasó a ser gerente de Nord Stream 2, el segundo gasoducto que estuvo en las noticias durante todo 2022.
En 2017, el excanciller también fue nombrado presidente del consejo de administración de Rosneft, la mayor petrolera de Rusia, y fue reelegido para el puesto en junio de 2021. Según la prensa alemana, el sueldo de Schröder en la petrolera ascendía a 300.000 euros anuales. Estos son los hechos, que sin duda sentaron las bases de lo que vendría después.
La decisión de Merkel
En septiembre de 2010, Angela Merkel, necesitada de apoyos de los verdes, presentó la famosa Energiewende, la transición energética alemana, en la que se hacía una enorme apuesta por las energías renovables y se planeó el cierre nuclear.
Meses más tarde, tras el accidente nuclear de Fukushima en marzo de 2011, Merkel decidió prescindir inmediatamente de 8 GW nucleares y comenzar un plan de cierre nuclear que debería haber terminado en diciembre de 2022. La idea que se vendió era sustituir energía nuclear por renovables, pero manteniendo la potente industria del carbón al menos hasta 2038, cuyos sindicatos presionaban para mantener los empleos.
Todo parecía indicar que la transición energética alemana estaba siendo un fracaso, puesto que en 2016 el 40% de su producción eléctrica todavía provenía del carbón y ¿quién estaba sustituyendo la producción constante de las nucleares cerradas? Un polizón del que te he hablado en el párrafo anterior: el gas natural ruso.
Mientras los ecologistas y políticos verdes de todo el mundo, incluidos los españoles, ponían la Energiewende como ejemplo para sus respectivos países, el esperpento de la política energética alemana no había hecho más que comenzar.
Como consecuencia, Alemania tiene uno de los precios más altos de la energía eléctrica de la Unión Europea, en 2018 modificó los objetivos de reducción de emisiones (porque no se estaban cumpliendo), e incluso en junio de 2020 fue noticia la apertura de una nueva central de carbón de 1,1 GW. Es decir, los Alemanes tenían más energía eléctrica para cargar sus Tesla con carbón, a lo steampunk.
Sin embargo, el ridículo energético de Alemania todavía estaba por llegar. En agosto de 2021, cuando todavía no había comenzado la escalada del precio del gas y faltaba medio año para la invasión rusa de Ucrania, algunos ya advertimos que Alemania se enfrentaba a una crisis energética, porque las renovables no estaban cubriendo (como era de esperar, por su variabilidad) el cierre nuclear y el país cada vez era más dependiente del gas ruso, que aumentaría de precio.
Evidentemente no sabíamos que vendría una guerra, pero el conflicto bélico no hizo más que catalizar el proceso y poner en evidencia la desastrosa política energética germana.
A finales de diciembre de 2021, Alemania cerró tres reactores nucleares, con la intención de clausurar los tres últimos a finales de 2022. El nuevo gobierno de Olaf Scholz, seguía al pie de la letra el plan trazado por Angela Merkel en 2011.
Esos mismos días se filtró en los medios la propuesta de la Comisión Europea de incluir a la energía nuclear y al polizón del gas natural en la taxonomía de las finanzas sostenibles de la Unión, es decir, considerar estas tecnologías como sostenibles y necesarias para la transición energética.
Enganchados al gas
La propuesta de incluir la energía nuclear en la taxonomía tenía el respaldo de Francia y otros 11 países, además de estar avalada por un completo informe realizado por el JRC, el servicio científico y tecnológico de la Comisión Europea, que demostraba que la energía nuclear es tan sostenible como las energías renovables, midiéndola por los mismos parámetros establecidos para estas.
Por su parte, la propuesta de incluir el gas en la taxonomía era de Alemania, por su excesiva dependencia del gas natural ruso tras haber cerrado en ese momento 14 de sus 17 reactores nucleares, por lo que presionó para que se excluyera a la nuclear y se incluyera el gas.
En febrero de 2022, Rusia comenzó la invasión de Ucrania, y la política energética de Alemania se convirtió en algo parecido a una persecución de El Show de Benny Hill, con esa música tan pegadiza y gente a la carrera que recordamos los que tenemos cierta edad.
Las consecuencias de la invasión a Ucrania
A finales de febrero de 2022, Scholz anuncia en un discurso en el Bundestag los planes para dejar de depender del gas ruso: fuertes inversiones en gas natural licuado. El ministro económico del partido verde, Robert Habeck, comunicó que estaban sopesando extender la vida útil de los tres últimos reactores nucleares para asegurar el suministro energético ante la incertidumbre sobre el suministro del gas ruso.
Como toda buena persecución de Benny Hill, también se producen cambios de dirección, así que en julio de 2022, el Gobierno de Alemania, apremiado por la crisis del gas, reconoció que iba a revisar el cierre de sus tres reactores nucleares por la crisis del gas ruso.
Tras unas pruebas de estrés realizadas por los operadores de la red, Robert Habeck, el ministro verde de finanzas, propuso cerrar un reactor a finales de 2022 como estaba previsto, y dejar dos reactores en reserva de emergencia hasta abril de 2023. Pero sigue leyendo, que esto no había terminado.
El 'no' apagón
En noviembre de 2022, a menos de dos meses del cierre nuclear, la cámara baja del parlamento alemán debatía el plan del Gobierno, que ahora, tras un nuevo cambio de opinión, proponía prolongar el funcionamiento de los tres últimos reactores hasta abril de 2023. Y finalmente en diciembre, tras innumerables idas y venidas que sería tedioso explicar en detalle, el Bundestag aprobó la enmienda, una prórroga que termina el 15 de abril de 2023.
Como consecuencia del cierre nuclear y de la escasez de gas ruso, Alemania aumentó su consumo de carbón en 2022 y reabrió centrales de carbón paradas, poniendo en evidencia el fracaso de su política energética, más centrada en conseguir votos cerrando las centrales nucleares, depender del gas ruso y recibir puestos bien remunerados, que en reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y la polución atmosférica.
Como referencia, en 2011 Alemania obtenía el 26% de su energía eléctrica de sus 17 reactores nucleares. Tras cerrar 14 reactores y sustituir su producción esencialmente por gas ruso, en 2022 los tres reactores restantes proporcionaban el 6% de la energía eléctrica, mientras que el carbón produjo el 30%. El malogrado científico británico David McKay solía decir «yo no soy pronuclear, solo soy proaritmética».
¿Éxito o fracaso?
En conclusión, además del fracaso económico, tecnológico y social de la política energética alemana, se cumplen todas las premisas citadas al principio del artículo para considerar el cierre nuclear como un ecocidio, porque se trata de una decisión arbitraria que producirá daños graves, extensos o duraderos al medio ambiente y en la salud de las personas, no solo en Alemania, sino en toda Europa, debido al mayor consumo de gas y especialmente de carbón, la forma más contaminante que conocemos de producir electricidad.
Conociendo los hechos, sería muy irresponsable que España repitiera los mismos errores que Alemania, cerrando sus centrales nucleares para aumentar su consumo de gas natural, como se deduce del propio PNIEC del Gobierno.
Las principales organizaciones mundiales energéticas, como la Agencia Internacional de la Energía lo indican en sus informes: si queremos mitigar el calentamiento global y garantizar un suministro energético fiable y sostenible, debemos apostar por un modelo energético con predominio de las energías renovables y con la imprescindible colaboración de la energía nuclear.
Alfredo García es un divulgador sobre energía nuclear, conocido como @OperadorNuclear en las redes sociales, y posee licencia de supervisor en la central nuclear de Ascó.
El ecocidio es seguir teniendo una centrales que producen una electricidad carísima.
La nuclear ya no tiene sentido. Es un sistema de generar electricidad muy que caro que termirá desapareciendo por no poder mantenerlo.
Hoy se esta demostrando que ya hay dos sistemas que son capaces de generar electricidad mucho más barata. La Eólica y la fotovoltaica.
Los países que no se vayan deshaciendo de sus centrales nucleares, tendran electricidad muy cara hasta que terminen parandolas.
Lokiz
15/04/2023
Sr. García: no intente extrapolar el caso alemán al español. En España hasta el momento la adición de renovables han borrado el carbón del mix y ahora están reduciendo el gas. A partir de 2027 harán lo propio con la nuclear. El PNIEC 2030 no prevé sustituir nucleares con gas, sino reducir la aportación tanto del gas como de las nucleares sustituyéndolas por renovables. Para ello el cierre de los 7 reactores se prevé escalonado hasta 2035, para dar tiempo a renovables y almacenamiento a sustituir nuclear sin aumentar gas. Además, si contra pronóstico se dejara de instalar renovables o creciera desmesuradamente la demanda, se podría revocar el cierre de alguno de los reactores. Desde luego no es el caso de Almaraz I y II, que son los primeros que toca cerrar; además su propietario mayoritario no tiene intención de continuarlos.
queque
16/04/2023
Un artículo de opinión escrito por un operador nuclear se espera que sea pro-nuclear. Pero da datos reales, el caso español poco o nada tiene que ver con el alemán. Actualmente España está exportando energía de renovables o incluso llegando a pararlas porque se produce más de la que se necesita. No importa cuando leáis esto podéis verlo aquí y ajustarlo para el día que queráis https://www.esios.ree.es/es/balance?date=16-04-2023&program=P48&agg=hour El autoconsumo y la eficiencia energética harán que la demanda en las horas centrales no aumente a pesar de tener un sistema cada vez más electrificado. El gran problema que tienen las nucleares es como las renovables pero al revés, una nuclear está al 100% todo el tiempo y tiene poca flexibilidad para ajustarse a la cambiante demanda. Por lo que no son los mejores métodos para cuadrar la curva de oferta y demanda, a día de hoy la mejor opción sin emitir CO2 son las centrales de turbinación de bombeo.
Ddavid
16/04/2023
España repetirá los mismos errores: porque elegimos muy mal a los gobernantes.
Iases
17/04/2023
aunque solo sea para cuidar las apariencias de imparcialidad informativa el periodicodelaenergia podría publicar algún artículo de los muchos favorables al cierre de las nucleares.
Chuck Bri
21/04/2023
Galan, aunque tú no lo creas, o no lo sepas, la eólica solo produce electricidad cuando el viento sopla, y la fotovoltaica cuando el sol brilla mucho, es decir, en días ventosos, o de día y en verano. No sirven como fuentes de energía básica. La nuclear no compite con ellas, colabora con ellas. Y lo hace al proveer la energía de base, sobre la cual sus galopantes compañeras 'verdes' se suman cuando pueden. Sin Nuclear, no hay solución sostenible. Te hago notar que la misma física que prueba que el calentamiento global es real, es la que predice que las centrales nucleares son seguras y eficientes. Y la que muestra con números que las eólica/solar son insuficientes e inmanejables. Los experimentos lo confirman: la energía eólica de Bélgica, siendo tan despareja, desplaza do la energía hidroeléctrica de Suecia, por ser la única que permite compensar los altibajos eólicos. La solar es de densidad tan baja que requiere demasiada tierra libre, y millones de paneles y baterías que solo duran unos años. Producirlos y reemplazarlos requiere toneladas de CO2.
Chuck Bri
21/04/2023
Interesante tu punto de vista, Q-Q: según tu argumento, ("Un artículo de opinión escrito por un operador nuclear se espera que sea pro-nuclear") quien defiende la energía nuclear es, necesariamente, pagado por las compañías nucleares. Si uno aplica ese criterio a todos los contribuyentes a este debate, los defensores de paneles solares y generadores eólicos son toda/o/s pagos por sus padrinos industriales, secretamente o no. En menos palabras: la objetividad no existe... Easy! Un problema serio con el debate energético es que los 'greens' invariablemente terminan adoptando criterios emocionales y moralistas, como el que tú usas aquí. Sobre esa base no se puede discutir. La física se basa en hechos y métodos, no en emociones. En cuanto a tus argumentos presuntamente objetivos ("para cuadrar la curva de oferta y demanda"(whatever that means)), por qué no consideras el caso de Francia, que no solo produce energía eléctrica nuclear barata: la va a expandir. En la práctica, Francia es tan limpia de CO2 como Suecia, que es casi puramente hidroeléctrica. Y ya que estamos, otro ejemplo: China está construyendo más de 100 centrales nucleares. Según tu punto de vista, China está siendo también pagada por la industria nuclear? Los verdes tendrán que reconocer algún día que su odio a la energía nuclear es más fuerte que su temor al calentamiento global. De ahí les surge el moralismo.
Cir
22/04/2023
Los verdes tendrán que reconocer algún día que su odio a la energía nuclear es más fuerte que su temor al calentamiento global. De ahí les surge el moralismo .Chuck Bri, sin condicional, pues a día de hoy es así y salvo alguna excepción es muy difícil que cambien , así que no te esfuerces, porque el resultado que vas a obtener es el mismo que si machacas en hierro frío.
Cir
23/04/2023
El impago de la deuda a los fondos inversores en renovables, nuevo quebradero de cabeza del Gobierno Varios fondos reclaman fuera de la UE bienes españoles para poder cobrarse la deuda contraída en los arbitrajes internacionales Lokit, en otro artículo te indicaba unas subvenciones a renovables como botón de muestra , y me contestaste, que no era un ej. muy afortunado. Espero que este ej. si te lo parezca. Entiendo que no es necesario aclararte que la deuda contraída ,es por subvenciones a renovables . Otro mensaje que se ha promulgado hasta aburrir, y que ha calado , pues leo muchos mensajes haciendo referencia a ello, es el gravísimo riesgo que hemos corrido y vamos a correr con la central de Zaporiyia, porque cualquier día la bombardean los rusos provocando un gravísimo accidente nuclear. Entiendo que no hace falta ir a estudiar a Salamanca, para llegar a la conclusión de que los rusos no son tontos y no lo van a hacer, porque ellos también sufrirían las consecuencias. Pienso también que si el sustento energético de Ucrania , dependiera de las energías renovables, si las destruirían , sin sufrir ninguna consecuencia. Este escenario podría repetirse, ojalá que no, pero si así fuera, las renovables serían más proclives a ataques que las nucleares. Otro mensaje lanzado hasta la saciedad , es el tema de los residuos, y los miles de años que van a prevalecer sus consecuencias. Bueno aquí habría que decir : 1º Que la mayor parte de los que lanzan estos mensajes, curiosamente están convencidos de que el planeta agoniza , se muere, porque lo estamos envenenando en gran por las emisiones de CO2, en este caso no voy a posicionarme totalmente, aunque pienso que si es una contribución para agravar la enfermedad, por lo tanto y dado que hoy por hoy, es imposible mantener el sistema energético sólo con energías renovables, lo lógico es que se trate de eliminar las fuentes emisoras de CO2, y mantener las que no lo son. 2º Que los residuos, se confinan y tratan sin ningún problema, y para los que no lo quieran reconocer, estoy convencido que la mayoría de estos es por motivos ideológicos, decirles que entre la muerte del planeta y el problema de los residuos, lo lógico es quedarse con esto último, entendiendo además que no hay que ser un lince, para entender que no será necesario esperar miles, cientos, ni decenas de años para llegar a una solución definitiva . Conclusión, vamos a quedarnos con el problema de los residuos , si así evitamos la muerte. Esto para los pocos que de verdad así lo creen , porque la mayoría de los que asustan con el mensaje, sencillamente mienten ellos sabrán porque motivos, pues no se puede cuidar al enfermo (planeta ), estando a favor de suministrarle como medicamento CO2. Responder
Lokiz
25/04/2023
A Francia o China le sale a mejor precio la electricidad nuclear que al resto, porque la gran inversión de dinero público que cuesta lo paga una empresa pública, y lo cobra la empresa pública que vende los reactores: todo queda en casa y por el camino pueden pagar un montón de nóminas. Aún así: Francia no va a expandir la energía nuclear; sólo va a ralentizar su abandono: para cuando acabe los 6 reactores que planifica construir, va a cerrar entre 12 y 15; se puede aumentar la vida de las centrales nucleares, pero no hasta el infinito, y hasta ahora la tecnología francesa no se ha caracterizado por su longevidad. China es lider mundial en Carbón, 2 veces más que el segundo, eólica y fotovoltaica, 4 veces más que el segundo, y sólo es tercero en energía nuclear. De hecho no pretende pasar del 25-30% de aportación al mix; probablemente porque piensan que es el tamaño suficiente de la industria para poder equipararse de manera eficiente en arsenal nuclear a USA y Rusia.
Lokiz
25/04/2023
El ejemplo que mostro sobre subvenciones era poco afortunado porque se refería a autoconsumo, y este tampoco lo es porque se refiere a las subvenciones que se dieron hasta 2012 y sobre todo hasta septiembre de 2008, que es cuando más fuertemente se subvencionó las renovables en España. A día de hoy se instalan las grandes plantas sin subvención, y cuando las hay emplean mucho menos dinero público que otras tecnologías. El resto de lo que escribe, estoy parcialmente de acuerdo: ni rusos ni ucranianos van a intentar no volar la central intencionadamente, pero ello no quita el gran riesgo de que lo hagan intencionadamente. Las renovables requieren una red muy mallada: para destruir el 50% de la infraestructura eléctrica de Francia bastan unas 50 misiones de ataque. Para hacerlo en España unas 300. Creo que el sistema podría mantenerse con un 100% de energías renovables, y también con un sistema 100% renovables+nuclear, pero no se va ha hacer porque sencillamente no sale rentable. En países de tamaño grande: el 100% renovable va a ser en realidadad 85 % renovables y 15% gas, residuos y cogeneración. El 100% renovables+nuclear es 20% nuclear 65% renovables 15%g+r+c. Y el caso especial de Francia será 50% nuclear+ 35% renovables+15%grc. Que algo se pueda hacer no significa que sea viable hacer. El problema de los resíduos de alta actividad, yo lo veo en el coste y la ingestionabilidad. Es improbable que los 30-40 confinamientos que serán necesarios en el mundo duren sin ningún tipo de espape decenas de miles de años. En mi opinión desarrollaremos en los próximos 30 años reactores que reciclen estos resíduos reduciendo su tiempo de actividad. No será necesariamente rentable la producción, pero sí el ahorro en APGs. De todas formas, los resíduos ni los accidentes no son los grandes problemas de la nuclear, sino el alto coste y las alternativas más baratas.
Verde Claro
09/05/2023
Alemania ha errado en sus fuentes de apoyo a las energías renovables, el orden de cierres correcto es el siguiente: 1º) Carbón porque emite 870 gr/ep/kwh de CO2, las centrales térmicas de carbón son las instalaciones más contaminantes. Si la economía número uno de Europa no da ejemplo, nada se puede pedir a los países en desarrollo. 2º) Gas emite 505 gr/ep/kwh, aventaja al carbón y se transporta con más facilidad. Se veía como un mal menor para unos y un error estratégico para los más lúcidos. Las emisiones de estos dos combustibles fósiles que estamos agotando muy rápidamente, son los responsables del calentamiento global y de la emergencia climática actual. 3º) La energía nuclear nunca ha tenido el apoyo de la inmensa mayoría de la población, pero la experiencia vividas nos han indicado que es necesaria todavía y además es baja en emisiones. El riego de seguridad y los costos económicos totales, siempre serán inferiores al daño generado por los combustibles fósiles.
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galan
15/04/2023