El ejercito estadounidense está trabajando en un vehículo eléctrico autónomo para incorporarlos a su flota, con el fin de transportar a los soldados heridos entre los cuarteles y los centros médicos para que puedan acudir a las revisiones médicas lo más rápido posible.
Estos vehículos, cuyo diseño recuerda a los carritos de golf, se emplearán primero en las bases militares, en zonas controladas y con pocas distancias a recorrer, para que los heridos puedan acudir a los centros médicos a sus citas de rehabilitación.
El proyecto, que consta de tres fases, está desarrollándose por el Centro de Desarrollo, Investigación e Ingeniería Automotriz del Ejército de Estados Unidos (TARDEC) en Fort Bragg, Carolina del Norte. La primera fase, que ya está en proceso, están trabajando en el hardware y software que pilotará un humano.
En la segunda fase, los vehículos serán autónomos, por lo que, no tendrán conductor, aunque sí habrá una persona alerta para tomar el control; y, en la tercera fase, prevista para finales de 2017 o principios del 2018, el vehículo será totalmente autónomo, como ha recogido Automotive News.
Estos vehículos autónomos podrán circular por el campo de batalla en un futuro, pero antes, ayudarán a reducir el gasto en atención sanitaria. Uno de los problemas por los que los soldados heridos no acuden a sus consultas es el tráfico o los problemas de aparcamiento, lo que supone pérdidas en algunas citas de cerca de 5.000 dólares al ejército y al hospital, según cuenta Edward Straub, uno de los responsables del proyecto.
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