El expresidente de la Empresa Nacional de Residuos Radioactivos (Enresa) José Luis Navarro ha subrayado que la conocida como tasa Enresa es "absolutamente inevitable" y ha advertido de que si esta compañía pública no recibe los ingresos suficientes, llegará un día en el que no podrá gestionar "con seguridad" los desechos nucleares.
"Todo lo que se reduzca -la tasa- será insuficiencia de fondos", ha advertido este lunes en la Comisión de Hacienda y Presupuestos de la Asamblea de Extremadura, en la que ha comparecido, a petición del PSOE, en el marco del periodo informativo de la proposición de ley impulsada por Vox para reducir la tasa Enresa que pagan las centrales nucleares.
En su intervención, el que fuera presidente de esta compañía estatal entre 2018 y 2024 y consejero de la Junta de Extremadura, ha rogado a sus señorías que distingan entre dos debates, el de la energía nuclear y el de la gestión segura de sus residuos porque estos "no tienen color político".
Tras aclarar que la conocida como tasa Enresa es, jurídicamente, una prestación patrimonial pública de carácter no tributario, Navarro ha explicado que la única misión de Enresa es prestar el servicio público esencial de gestión de los residuos radioactivos y de desmantelamiento de las instalaciones nucleares.
En este sentido, ha señalado que cualquier industria debe entregar sus residuos a un gestor autorizado y pagar por ello un precio de mercado, al igual que ocurre en el caso de las plantas nucleares, con la diferencia en este caso de que el único gestor autorizado es la Empresa Nacional de Residuos Radioactivos.
Ha recalcado que las centrales nucleares pagan la tasa Enresa solo mientras está funcionando, de modo que el día que dejen de operar -lo harán de manera escalonada entre 2027 y 2035 según el calendario fijado por el Gobierno- ya no aportarán fondos.
La tasa Enresa
De este modo, ha apuntado, Enresa dejará de recibir ingresos en 2035 pero tendrá actividad hasta 2100 -que es cuando concluye su plan de gestión de residuos radioactivos-, un periodo en el que tendrá que desmantelar siete reactores, construir un gran almacén subterráneo y transportar a este el combustible nuclear de todas las centrales.
"El que seamos rigurosos y acertemos en las previsiones de cuáles son los costes futuros, hará que el dinero que haya en las cuentas de Enresa el día que pare la última central sea o suficiente o insuficiente", ha expresado Navarro.
Si es deficiente, ha añadido, "el responsable de haber generado esos residuos ya no tendrá ninguna responsabilidad", y solo habrá dos alternativas, recaudar fondos vía impuestos o a través de la tarifa eléctrica.









CIR
05/05/2025