El gas natural desempeñará un papel vital en la transición energética, apoyando la expansión de las energías renovables y acelerando el abandono del carbón, según el último informe Horizons de Wood Mackenzie.
El gas natural sigue siendo el puente crucial en la transición energética, pero persisten los retos
Un informe de Wood Mackenzie destaca el papel del gas en el apoyo a las renovables y la reducción de emisiones

El informe, titulado “El puente: El papel crucial del gas natural como fuente de energía de transición”, subraya que, aunque el mundo recurre cada vez más a las energías renovables, el gas natural sigue siendo fundamental para satisfacer las necesidades energéticas mundiales y reducir las emisiones a medio plazo.
“La demanda de gas ha crecido un 80% en los últimos 25 años, satisfaciendo ahora casi una cuarta parte de las necesidades energéticas mundiales”, afirma Massimo Di Odoardo, vicepresidente de Investigación de Gas y GNL de Wood Mackenzie. “Su éxito radica en la escala de los recursos mundiales, los bajos costes de producción, la facilidad de almacenamiento y despacho, y las ventajas medioambientales comparativas”.
Auge de la electrificación
El auge de la electrificación, impulsada cada vez más por fuentes de energía renovables, liderará la lucha contra las emisiones de CO2. Sin embargo, la electrificación sólo puede avanzar a una velocidad determinada, y la adopción de tecnologías emergentes con bajas emisiones de carbono, como el hidrógeno, es actualmente demasiado lenta para alcanzar las emisiones netas cero en 2050. Dado que el carbón sigue representando el 30% de las necesidades energéticas mundiales, el cambio al gas como combustible de transición es una opción convincente.
Las principales conclusiones del informe son las siguientes:
-
Al quemarse, el gas produce sólo la mitad de dióxido de carbono que el carbón y el 70% que el petróleo, y genera mucha menos contaminación, lo que lo convierte en la opción de combustible fósil más limpia.
-
La sustitución del carbón por gas natural ya ha contribuido a reducir considerablemente las emisiones de CO2 y puede ayudar a descarbonizar los mercados asiáticos que siguen dependiendo del carbón.
-
Las centrales de gas son clave para proporcionar un suministro fiable y flexible que apoye la integración de fuentes de energía renovables intermitentes.
-
El gas natural puede actuar como catalizador para el avance de otras tecnologías con bajas emisiones de carbono, como la captura y almacenamiento de carbono (CAC) y el hidrógeno con bajas emisiones de carbono.
Retos pendientes
El informe también destaca los retos a los que se enfrenta la industria del gas. Según el informe, los elevados precios del GNL desde 2022 corren el riesgo de socavar todo el potencial de una mayor adopción del gas en Asia. Se necesitarían precios del carbono para cambiar el mercado.
“En China e India, donde el uso del gas se destina principalmente a la reducción de picos, se espera que la demanda de gas aumente en casi 100 bcm hasta 2050 en el sector eléctrico, ofreciendo la opción más práctica para garantizar la flexibilidad a medida que aumentan las inversiones en energías renovables», dijo Di Odoardo. «Sin un precio del carbono de unos 100 dólares por tonelada, reducir la dependencia del carbón de China y la India parece una tarea ingente. Pero el premio podría ser una reducción de más de 300 Mt de CO2 para 2035”.
Las emisiones también siguen siendo un problema. Tanto el gas como el GNL producen una cantidad considerable de gases de efecto invernadero (GEI). Sin embargo, según el informe, las afirmaciones de que la cadena de valor del GNL es más intensiva en GEI que la del carbón carecen de fundamento.
“Nuestro análisis muestra que, por término medio, la intensidad de GEI del GNL es un 60% inferior a la del carbón. Incluso si se considera un potencial de calentamiento global (PCG) de 20 años y se compara el GNL, que consume mucho metano, con el carbón quemado en plantas de alta eficiencia, el GNL sigue siendo un 26% menos intensivo en GEI», afirmó Di Odoardo. «No obstante, es urgente abordar sus emisiones de dióxido de carbono y metano para garantizar su primacía como combustible puente”.
El informe concluye que el gas natural, y en particular el GNL, será fundamental en el cambio hacia un futuro con menos emisiones de carbono, salvando las distancias mientras las tecnologías emergentes con bajas emisiones de carbono se esfuerzan por alcanzar una masa crítica.
Un comentario
- Que se lo digan a Bélgica, que va a aumentar su consumo de gas para generar electricidad con el cierre de nucleares.. lo bueno es que le va a salir bien cara la electricidad.
Deja tu comentario
Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Todos los campos son obligatorios





Miguel
24/02/2025