El Gobierno espera recibir esta semana el informe favorable del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) a la prórroga de funcionamiento de la central de Cofrentes (Valencia), para analizarlo siguiendo tres prioridades: la seguridad de la planta, del proceso de desmantelamiento y del suministro eléctrico.
La vicepresidenta cuarta, Teresa Ribera, ha respondido así al portavoz de Compromís en el Congreso de los Diputados, Joan Baldoví, que en la sesión de control al Gobierno se ha interesado por los planes del Gobierno para prorrogar la vida útil de la central nuclear de Cofrentes (Valencia).
Según ha manifestado Ribera, el Ministerio de Transición Ecológica espera recibir en los próximos días el informe favorable del CSN sobre la continuidad de la central de Cofrentes hasta 2030 para analizarlo de acuerdo con "el marco jurídico vigente" y someterlo a "consulta adicional de las autoridades y de los actores locales".
La ministra ha recordado que existe "un número importante de españoles" que quieren "dejar atrás las centrales nucleares" y ha dicho que la responsabilidad del Gobierno es llevar a cabo ese proceso "con cuidado y atención".
Baldoví, por su parte, ha esgrimido diez razones por las cuales, según su formación, debería cerrarse Cofrentes, entre ellas su elevado coste, sus 37 años de antigüedad, su fuerte carga de residuos o el "riesgo sísmico" de los terrenos en los que se asienta la instalación.
Ribera ha subrayado en su réplica que ahora "por primera vez se habla de cierre de las centrales nucleares " y que existe un calendario, medidas de seguridad y especialistas para activar el proceso de desmantelamiento y gestión de los residuos que producen, cuyo coste, ha subrayado, deberán asumirlo los titulares de la explotación.
Durante la sesión de control al Gobierno, la ministra ha respondido también a la pregunta del diputado popular Diego Gago sobre si las políticas del Gobierno en la lucha contra el cambio climático favorecen el desarrollo de la industria española afectada, por el cierre de algunas empresas como por ejemplo Siemens, Gamesa y Alcoa.
La vicepresidenta se ha mostrado convencida de que las políticas aplicadas por el Gobierno suponen transformación, modernización, empleo además de soporte industrial y empresarial y ha argumentado que esos ejemplos de cierres de empresas poco tienen que ver con las medidas de transición ecológica del Gobierno actual.
"No sé de que empresas me habla", ha insistido Ribera para afirmar que son las propias industrias las que tienen "grandes dificultades" para hablar con el Partido Popular acerca del futuro, en el que las medidas políticas acompañen las decisiones de inversión para generar empleo y viabilidad económica, social e industrial modernizando las plantas de producción.
Le ruego que "no busque al primo de Rajoy", sino que se nutra de las fuentes de información más relevantes y consulte entre otros a Arias Cañete, político popular que, tras su paso por Bruselas, parece que es la persona que más entiende de este tema en el PP, ha concluido.
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