Hidrógeno

El gran rival para España por el cetro del hidrógeno verde europeo son los países nórdicos

Alemania será el principal importador de hidrógeno de la región en la década de 2030, antes de que se abran nuevas rutas hacia Gran Bretaña y Polonia en 2040.

Ningún comentario

El suministro de hidrógeno verde en Dinamarca, Finlandia, Noruega y Suecia superará la demanda en un 20% para 2035, lo que permitirá a los países nórdicos convertirse en un centro de exportación y desempeñar un papel central en el desarrollo de la economía del hidrógeno verde en Europa y en la aceleración de la descarbonización, según un nuevo análisis de Aurora Energy Research.****

Las ambiciones de descarbonización de Europa impulsarán un aumento de la demanda de hidrógeno verde en las próximas décadas. Aurora Energy Research prevé que, gracias a la reducción de las importaciones de combustibles fósiles y de las emisiones de gases de efecto invernadero, sobre todo en los sectores industrial y del transporte pesado, la demanda se duplicará en todo el continente entre 2025 y 2035.

Dinamarca, Finlandia, Noruega y Suecia se encuentran en una posición única para satisfacer esta demanda: el alto potencial de generación de energía renovable dará lugar a un excedente de hidrógeno verde en la región a finales de la década de 2020, lo que permitirá a los países nórdicos convertirse en un centro de exportación de hidrógeno verde.

La demanda de hidrógeno en los países nórdicos aumentará un 140% entre 2025 y 2035, hasta alcanzar los 67 TWh, según las previsiones de Aurora, ya que el hidrógeno bajo en carbono ofrece la vía más viable para reducir las emisiones de muchos procesos industriales y del transporte pesado.

La producción nacional de hidrógeno aumentará un 187% en el mismo periodo, hasta 81 TWh, y la cuota de los electrolizadores en el suministro total pasará del 6% en 2025 al 65% en 2035. Según los modelos de Aurora, Alemania será el principal importador de hidrógeno de la región en la década de 2030, antes de que se abran nuevas rutas hacia Gran Bretaña y Polonia en 2040.

Aumento de la demanda de energía

Alimentar la economía verde del hidrógeno en los países nórdicos será todo un reto. Según las previsiones de Aurora, la demanda de electricidad procedente de la electrólisis aumentará un 134% entre 2030 y 2040, contribuyendo a un incremento del 62% de la demanda total de energía en toda la región para 2040, en comparación con 2020. Otros factores clave son la electrificación directa de la industria y el transporte de pasajeros, así como los nuevos centros de datos y fábricas de baterías. Satisfacer el aumento de la demanda sin comprometer la descarbonización exigirá un amplio desarrollo de la generación de energía renovable.

Los futuros promotores de energías renovables en los países nórdicos se enfrentan a importantes obstáculos. La eólica marina parece la vía más viable para satisfacer la mayor demanda de un sistema eléctrico descarbonizado: puede desplegarse a mayor escala que otras tecnologías de generación renovable y evita obstáculos como la disponibilidad espacial, las restricciones urbanísticas y la resistencia popular.

Pero, aunque los costes van camino de reducirse en las próximas décadas, la energía eólica marina mantendrá una prima poco atractiva frente a la terrestre más allá de 2050. El coste nivelado de la electricidad generada por un parque eólico marino comercial -o no subvencionado- en Noruega en 2030 es un 34% superior al coste nivelado de la electricidad generada por un parque eólico terrestre en Noruega en 2030, calcula Aurora. La prima se reduce al 27% en 2050. Los planes de subvenciones a la energía eólica marina, actualmente previstos por los gobiernos danés y noruego, podrían alterar la tendencia al reducir los costes de capital de los promotores.

Costes competitivos

A pesar de las ventajas de coste, la eólica terrestre no puede alimentar por sí sola la economía verde del hidrógeno de los países nórdicos. Las instalaciones en Dinamarca y Noruega se han estancado, con un total de solo 0,1 GW y 0,7 GW, respectivamente, entre 2020 y 2022. Es poco probable que esta tendencia se invierta dadas las políticas gubernamentales desfavorables, como el impuesto sobre la renta del 40% de Noruega sobre los generadores eólicos terrestres, y las restrictivas regulaciones de permisos de Dinamarca. En Suecia, la obtención de todos los permisos necesarios para instalar un parque eólico terrestre puede llevar hasta 10 años, y la aprobación de permisos cayó a sólo el 21% de todas las solicitudes en 2021, un mínimo histórico.

Alexander Esser, responsable de Nórdicos y Bálticos de Aurora Energy Research, dijó: "Los países nórdicos tienen un gran potencial para convertirse en un centro de exportación de hidrógeno dada su abundancia de electricidad barata y ecológica. La materialización de este potencial dependerá de la velocidad de implantación de las energías renovables y de la construcción de una infraestructura de conducciones de hidrógeno. Sin gasoductos, los productores de hidrógeno verde tendrían que recurrir al transporte marítimo -la opción de transporte más cara- para hacer llegar sus exportaciones a los centros de demanda europeos, lo que podría reducir el atractivo de las importaciones".

Viktor Granberg, investigador senior asociado de Aurora Energy Research, comentó: "La eólica marina y el despliegue de hidrógeno verde en los países nórdicos van de la mano. La generación de energía eólica marina tendrá que aumentar para satisfacer la creciente demanda de energía de los electrolizadores, mientras que los electrolizadores representan una valiosa fuente de ingresos para los promotores de energía eólica marina que podría ser fundamental para asegurar la inversión y conseguir que los proyectos salgan adelante."

Noticias relacionadas

No hay comentarios

Deja tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Todos los campos son obligatorios