Ya es oficial. El Gobierno se rinde ante la amenaza de Alcoa y realizará una segunda subasta de interrumpibilidad eléctrica para intentar contentar al grupo industrial. La amenaza del despido de 800 trabajadores ha surtido efecto y antes de que finalice el año, el Gobierno llevará a cabo, a través de Red Eléctrica, una segunda subasta con los bloques que no se colocaron en la primera subasta de interrumpibilidad.
La subasta, celebrada hace pocas semanas, asignó todos los bloques de 90 megavatios (MW), dirigidos a grandes industrias, pero quedaron sin cubrir algunos de los bloques de 5 MW, destinados a empresas medianas. En total, otros 200 millones de euros que se pondrán a la venta.
Soria ha defendido el nuevo sistema de asignación del servicio mediante criterios competitivos porque el anterior planteaba "dudas" sobre si podía constituir una ayuda de Estado para la industria.
Así, "la única y exclusiva razón de por qué (Alcoa) no fue adjudicataria de más bloques fue por una estrategia legítima" en el desarrollo de la puja, es decir, porque no bajó los precios ofertados lo suficiente como para hacerse con el servicio.
Ahora, Soria confía en contentar a Alcoa. "No va a tener absolutamente ningún problema para ser adjudicataria tanto en la fábrica de La Coruña como en la fábrica de Avilés", ha subrayado Soria, siempre que puje en "condiciones similares" a como lo hizo para la de Gijón, donde sí obtuvo todos los bloques a los que aspiraba.
No se entiende muy bien que si solo quedan bloques de 5 MW a Alcoa le interese eso, cuando en realidad sus necesidades son otras. Sin ir más lejos para la planta de Gijón pujó por los bloques de 90 MW. Ahora si quiere obtener suficiente energía para cumplir con sus objetivos de las centrales de Avilés y A Coruña tendría que hacerse prácticamente con la mayoría de lo que se subaste en la segunda.
Cabe recordar que Alcoa ha asegurado a sus empleados de sus fábricas que si no consigue un buen precio en la segunda subasta no tendrá más remedio que despedir a los trabajadores.
Pero parece que el ministro Soria no entiende las palabras de Alcoa. Ha desligado los despidos anunciados por el fabricante de aluminio Alcoa en sus fábricas de Avilés y La Coruña, que suman más de 800 empleados, de la subasta de interrumpibilidad eléctrica.
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Soria ha señalado que ha presentado al Gobierno un informe sobre el expediente de regulación de empleo (ERE) presentado por esta compañía, que la firma achaca a la subasta de interrumpibilidad.
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