La transición europea hacia un sector energético más ecológico se acelera, y el norte de África está llamado a ser un factor clave en este proceso. En los últimos años, la combinación energética europea se ha vuelto cada vez más verde gracias a la nueva capacidad solar y eólica, la menor demanda de electricidad y la recuperación parcial de la energía hidroeléctrica y nuclear.
Rystad Energy prevé que el 73% de la electricidad del continente proceda de fuentes limpias en 2035, con importaciones del norte de África que podrían suministrar hasta 24 gigavatios (GW) a través de interconectores submarinos, suministrando a Europa un flujo fiable de energía limpia.
Marruecos, el único país conectado a Europa
En la actualidad, Marruecos es el único país africano conectado a Europa por dos cables de alta tensión con España, cada uno con una capacidad de 700 megavatios (MW). Está previsto un tercer cable de la misma capacidad, que se verá reforzado por grandes proyectos como el Xlinks UK-Marruecos, que establecerá 11,5 GW de capacidad renovable intermitente, 22,5 gigavatios-hora (GWh) de almacenamiento de energía en baterías y una interconexión submarina de 3,6 GW entre el Reino Unido y Marruecos.
También se están preparando más interconexiones, como la iniciativa GREGY entre Grecia y Egipto y el proyecto ELMED-TUNITA entre Túnez e Italia, que ha atraído importantes inversiones de gobiernos e instituciones financieras.
Con estas tres iniciativas en marcha, Ryustad considera que habrá que desplegar en el norte de África unos 7,2 GW de capacidad de interconexión y 23 GW de capacidad renovable para apoyar a Europa. Esto incluye 13,5 GW de energía solar fotovoltaica y 9,5 GW de energía eólica terrestre, lo que requerirá una inversión de más de 27.500 millones de dólares para desarrollar estos proyectos renovables.
Suponiendo que toda la energía generada en estas instalaciones renovables se envíe a Europa, las tres interconexiones funcionando a su máxima capacidad podrían suministrar unos 55 teravatios-hora (TWh) al año, lo que equivale al 1,6% de la generación total de energía de Europa en la actualidad y podría sustituir a cerca del 6% de la generación de energía de origen fósil de Europa.
“El potencial de energías renovables del norte de África se ajusta bien al objetivo europeo de reducir la dependencia del gas natural ruso. La proximidad geográfica de la región hace que encaje de forma natural en las relaciones entre compradores y vendedores, dando lugar a proyectos solares y eólicos a gran escala, junto con cables submarinos a través del Mediterráneo e incluso hasta el Reino Unido. En Europa, la energía eólica alcanza su punto álgido en invierno y la solar en verano, lo que permite equilibrar las fluctuaciones del suministro eléctrico. Esto ayuda a diversificar las fuentes de energía y a reducir el uso de combustibles fósiles en el sector eléctrico europeo”, dice Nivedh Das Thaikoottathil, analista senior de Investigación de Energías Renovables y Electricidad de Rystad Energy.
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Un actor emergente
El norte de África es un actor emergente en la transición energética en el Mediterráneo, con una generación anual de energía superior a 400 TWh y las tasas de acceso a la electricidad más altas de África. La región desempeña un papel fundamental en el avance de las instalaciones eólicas y fotovoltaicas terrestres, con más de 350 GW de proyectos actualmente en diversas fases de desarrollo, la mayoría de ellos en fase de concepto.
Con una capacidad instalada de más de 8 GW de energía solar y eólica terrestre, el Norte de África presenta un caso convincente para las energías renovables, sobre todo porque el coste nivelado de la electricidad (LCOE) de estas tecnologías ha disminuido significativamente, de 55-70 dólares por megavatio-hora (MWh) a menos de 50 dólares por MWh en la última década.
Además, la región alberga algunas de las mayores instalaciones fotovoltaicas del mundo, como el complejo solar egipcio de Benban, que es el mayor proyecto solar de África. Situado en la provincia de Asuán, este complejo consta de 41 instalaciones fotovoltaicas independientes repartidas en 37 kilómetros cuadrados y es tan grande que puede verse desde el espacio. Hasta el año pasado, Marruecos albergaba la mayor central termosolar del mundo, el complejo termosolar Noor Ouarzazate, de 510 MW. Noor I y II emplean tecnología de energía solar concentrada (CSP) y espejos parabólicos móviles de 12 metros de altura, mientras que Noor III utiliza una torre solar.
Este proyecto fue desarrollado bajo el modelo de construcción, propiedad, operación y transferencia (BOOT) por ACWA Power Ouarzazate, un consorcio que incluye a la saudí ACWA Power, la Agencia Marroquí de Energía Solar (Masen), la española Aries y TSK. Además, los mayores proyectos eólicos de África se encuentran en Egipto, sobre todo los parques eólicos de Gabal El Zeit, de 580 MW, y Zaafarana, de 545 MW.
El triple de rendimiento
Los paneles solares del norte de África, bañado por el sol, pueden triplicar su rendimiento en comparación con los de Europa, ya que se benefician de un amplio espacio para este tipo de proyectos. Situada en el cinturón solar de la Tierra, la producción fotovoltaica diaria de la región oscila entre 4,8 y 5,6 kilovatios-hora (kWh) por kilovatio-pico (kWp), frente a los 3,6 a 4,8 kWh por kWp de Europa.
El norte de África también cuenta con un importante potencial eólico, con velocidades medias de entre 7 y 10 metros por segundo. Esta disparidad en el potencial energético se refleja en los factores de capacidad tanto de la energía solar fotovoltaica como de la eólica terrestre, y los países norteafricanos muestran tendencias más estables que sus homólogos del sur de Europa.
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La finalización a tiempo de los proyectos de energías renovables en el Norte de África se ve obstaculizada principalmente por las limitaciones de la cadena de suministro. Con una capacidad de fabricación local limitada, la región debe depender en gran medida de las importaciones para satisfacer su creciente demanda de energía solar y eólica. Esta dependencia no sólo expone al Norte de África a los riesgos de la cadena de suministro y a la volatilidad de los precios, sino que también pone de relieve una importante vulnerabilidad en su estrategia energética. Se prevén limitaciones similares en la fabricación y adquisición de cables de corriente continua de alta tensión (HVDC).
La disponibilidad de cables plantea importantes retos
Sin embargo, la disponibilidad de cables submarinos HVDC y de muy alta tensión (EHV) planteará importantes retos en los próximos años. En 2023, Europa producirá más del 50% de estos cables, con aproximadamente 9.000 kilómetros actualmente en circulación en todo el mundo. Se prevé que las nuevas plantas de fabricación aumenten este suministro a unos 16.000 kilómetros en 2030.
Sin embargo, las previsiones de Rystad Energy apuntan a que la demanda superará los 75.000 kilómetros en 2030, impulsada por la necesidad de interconectores HVDC y cables de exportación de energía eólica marina. Esto podría crear un desequilibrio entre la oferta y la demanda que haga necesaria la intervención de los fabricantes asiáticos, lo que impulsará a las empresas europeas a aumentar urgentemente su capacidad de producción para satisfacer la demanda.
Además de estos retos en la cadena de suministro, los obstáculos de financiación podrían retrasar aún más los plazos de los proyectos, sobre todo porque muchas iniciativas siguen en las primeras fases de desarrollo. La colaboración entre múltiples proveedores y contratistas es crucial para completar la fabricación e instalación de cables en el plazo típico de dos a tres años. El desarrollo simultáneo de proyectos de energía solar fotovoltaica y eólica terrestre también ayudará a minimizar los retrasos y a resolver los problemas relacionados con la integridad de los cables y los costes de almacenamiento.
Si algo bueno e importante tiene la energia limpia, o renovables, "eolica o fotovoltaica", es que se puede producir y consumir dentro de los propios territorios.
Consumir electricidad del norte de Africa, pudiendola producir en la misma Europa, creo que es un error.
Llevamos años dependiendo de la energia que esta en manos de unos cuantos y que cierran el grifo cuando quieren o cuando ocurren circunstacias varias, "guerras etc", Esto, conlleva tener que abastecerse de una energia que Europa no controla.
Actualmente tenemos la oportunidad de cambiar la dependencia de los demas produciendo nuestra propia electricidad en nuestro territorio. Por lo tanto, por muy barata que venga la electricidad del norte de Africa, simpre sera mas cara que la que podemos producir nosotros y sin sobresaltos ni apagones.
Podemos producir en Europa, a traves de la eolica y la fotovoltaica, y el almacenamiento en baterias, toda la electricidad que necesitemos, y seguro que nos sobrara electricidad para exportar.
Pero, claro, hay que querer hacerlo.
PD. ¡como va a ser la electricidad que me venga a mi de Africa mas barata que la que me producen mis placas en mi tejado!
Asimov
08/10/2024
argelia siempre fue un socio fiable . En materia de Energía . Gas.
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galan
08/10/2024