El petróleo se enfrenta a un problema de demanda: el mayor segmento de usuarios tocará techo en 2027

Los vehículos eléctricos ya están desplazando casi 1,8 millones de barriles de petróleo al día, aproximadamente la misma cantidad que consume México. A pesar de algunos baches en el camino cuando se trata de su despliegue, ese número se duplicará en 2027, y se triplicará en 2029, haciendo que el uso de petróleo en el sector de la carretera - el mayor centro de demanda de petróleo - alcance su punto máximo en tres años, según el informe de BloombergNEF Perspectivas del Combustible para Carreteras.

La rápida adopción de vehículos eléctricos de pasajeros en mercados como China, Europa y California impulsa el aumento del consumo de petróleo evitado en los próximos años, ya que la alteración del statu quo se extiende más allá de los segmentos de autobuses y vehículos de dos y tres ruedas. Sin el crecimiento de los vehículos eléctricos y de pila de combustible, la demanda de combustible por carretera habría aumentado hasta 2040.

Si bien China lideró inicialmente la carga, el impacto es visible en múltiples mercados, lo que ha llevado a un punto de inflexión en el sector. Los minoristas de combustible y las cadenas de tiendas de conveniencia con exposición al sector, como Alimentation Couche-Tard Inc y DCC Plc, se enfrentan a un mercado en contracción en regiones como EEUU y Europa.

Los productores de combustible como Marathon Petroleum Corporation y TotalEnergies se encuentran en una posición ligeramente mejor gracias a su capacidad para enviar el combustible que producen a mercados más lejanos con una demanda creciente y una oferta insuficiente, como América Latina.

Otra ventaja es su flexibilidad y capacidad de adaptación. Refinerías como Valero y Neste se encuentran entre los principales actores del mercado de combustibles bajos en carbono, y han aumentado su presencia en los últimos años. Sin embargo, a pesar de asumir una cuota de combustible cada vez mayor y de reducir las emisiones en relación con los combustibles derivados de fósiles, la demanda de biocombustibles y combustibles renovables alcanzará su punto máximo en 2030, ya que los límites de mezcla limitan la subida.

A medida que disminuya la necesidad de todos los tipos de gasolina y gasóleo de carretera, los productores centrarán su atención en los mercados de crecimiento de combustibles, como la aviación y la petroquímica. Si no se adoptan medidas políticas significativas o no se producen alteraciones tecnológicas, la demanda de líquidos como el combustible para aviones y la nafta seguirá impulsando muchos sectores de la economía mundial.