El nuevo World Energy Outlook (WEO), informe de referencia en el sector energético editado por la Agencia Internacional de la Energía (AIE), acaba de publicarse hace unos días. Y este año vemos algo sin precedentes. Tras años impulsando una narrativa basada en la transición energética y en los esfuerzos por reducir la contaminación, este año ha adoptado una política mucho más conservadora (menos optimista), centrada en la seguridad energética y poniendo el foco en los combustibles fósiles como elemento central del sistema energético mundial.
La primera pista ya la vemos en los escenarios que emplea el informe, volviendo al Current Policies Scenario (CPS), una previsión que la AIE dejó de tener en cuenta en 2019. Este escenario, a diferencia de las previsiones más optimistas e ilusorias, parte de la realidad de los mercados y de la política actual.
Enfocados en este escenario, las conclusiones que podemos extraer son demoledoras: la demanda de petróleo y gas seguirá creciendo hasta 2050, llegando a ser de 113 millones de barriles diarios; el famoso peak oil ya no sucederá en 2030, sino que se retrasa hasta 2050; el gas natural licuado (GNL) es el gran ganador en esta nueva etapa gracias al auge de la inteligencia artificial y los centros de datos.
Más combustibles fósiles
La AIE ha puesto nombre a esta nueva etapa: la “Era de la Electricidad”, en la que el crecimiento esperado de la demanda eléctrica se sitúa entre el 40 % y el 50 % desde hoy hasta 2035. Con este incremento, a quien piense que va a estar protagonizado por las energías renovables le digo cariñosamente: “bájense del burro, por favor”. Según la AIE, tres cuartas partes de este incremento vendrán del gas, el petróleo y el carbón. La inteligencia artificial, los centros de datos y la climatización tienen la culpa. Que nuestra vida sea más cómoda tiene un precio.
Ese realismo es el que impregna este año el informe de la AIE. El planeta ya supera con creces los 1,5 °C en todos los escenarios salvo en el de emisiones netas cero, una utopía en toda regla. Incluso en el escenario Stated Policies Scenario (lo que los países dicen que harán) el objetivo de París no se cumple, siendo el incremento de 2,5 °C para final de siglo.









Toni
24/11/2025