El Almacén Temporal Individualizado (ATI) proyectado para la central nuclear de Almaraz (CNA) será similar, aunque con algunas particularidades, al construido en la central nuclear "José Cabrera", en Zorita de los Canes (Guadalajara).
El proyecto del ATI de Almaraz, que supondrá un desembolso de alrededor de 24 millones de euros, aún precisa del informe favorable del Ministerio de Medio Ambiente y, con posterioridad, necesitará del informe preceptivo del Consejo de Seguridad Nuclear y de la aprobación del Ministerio de Industria.
De hecho, ha recibido cerca de 330 alegaciones a su informe de impacto ambiental -ya contestadas-, la mayoría de ellas presentadas a título personal por la ciudadanía, mientras que otras han sido elevadas por distintos organismos, como es el caso de la Junta de Extremadura.
De obtener todos los permisos, las obras podrían comenzar a finales de este año con el objetivo de que el ATI esté operativo a principios de 2018.
Proyectado sobre la zona norte de los terrenos de la CNA a partir de un estudio pormenorizado de numerosos factores, tanto geológicos como medioambientales, así como de seguridad, el ATI puede albergar hasta 20 contenedores de almacenaje y transporte, cada uno de ellos con una capacidad de albergar 32 elementos de combustible gastado.
Con 32 compartimentos en su interior, el contenedor es de acero forjado, de blindaje biológico y presenta dos tapas, una exterior y otra interior, y un espacio presurizado con helio entre ambas.
El ATI, según el proyecto, es una plataforma o losa de almacenamiento, fabricada en hormigón a unos dos metros bajo la cota del suelo, y dispondrá de un muro perimetral de cinco metros de altura -dos en subsuelo y los tres restante sobre superficie-.
Asimismo, contempla un vallado de delimitación de zona controlada, uno doble de seguridad física y un tercero exterior para acotar el terreno de la zona libre de acceso.
Similar plataforma o losa de almacenamiento, fabricada en hormigón, tiene el ATI de Zorita, si bien ésta fue ejecutada sobre la cota cero del terreno, y tiene doble vallado, además del que acota la zona de libre acceso.
Alberga 16 contenedores -solo de almacenaje- cubiertos de acero, herméticamente cerrados y recubiertos también de blindajes de hormigón y plomo de aproximadamente de un metro de espesor, y colocados en posición vertical, como también estarán los de Almaraz.
La central de Zorita comenzó a funcionar en 1968, fue la primera que se construyó en España, con un pequeño reactor de tan sólo 160 megavatios y el nombre de José Cabrera se le dio en reconocimiento al físico que dirigió sus inicios.
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