La decisión final de aprobar la inversión de 4.000 millones de euros en el proyecto gasístico Neptun Deep, en el Mar Negro, es un momento decisivo para el sector energético de Rumanía y la convertirá en el mayor productor de gas de la UE, según un informe de Wood Mackenzie.
La tan esperada decisión de dar luz verde al gigantesco yacimiento en alta mar por parte de los socios al 50% del proyecto, OMV Petrom y la empresa estatal Romgaz, pasará ahora a la Agencia Nacional de Recursos Minerales (NAMR) para su aprobación reglamentaria. Se trata del primer proyecto de aguas profundas en el sector rumano del Mar Negro y será la mayor decisión final de inversión (FID) del año en el sector upstream europeo.
"Neptun Deep llega en un momento vital, cuando la UE busca una mayor seguridad energética debido a la actual guerra de Rusia contra Ucrania", afirma Ross McGavin, analista Senior de Investigación Upstream de Wood Mackenzie. "Sin embargo, el verdadero avance ha venido de Bucarest, después de que el gobierno rumano hiciera algunas reformas favorables a los inversores en su controvertida Ley Offshore".
"Las reformas reintrodujeron la estabilidad fiscal para los proyectos rumanos en el Mar Negro, pero no hay garantías de que se evite la volatilidad regulatoria en el futuro, como demuestra el actual tope del precio del gas al productor en Rumanía", añade McGavin.
Yacimientos enormes
Neptun Deep incluye el desarrollo de los yacimientos Domino y Pelican Sud y se espera que comience a producir en 2027. Con 100.000 millones de metros cúbicos (BCM) de reservas, el yacimiento tendrá 10 pozos con una producción de gas de meseta que se espera que suministre 8.000 millones de metros cúbicos al año (775 millones de pies cúbicos al día) de gas durante casi 10 años.
El informe señala que Neptun Deep refuerza la transición estratégica de OMV Petrom y OMV, su empresa matriz, hacia una cartera de proyectos de gas. En su punto máximo, la producción de gas de 8 BCM contribuirá significativamente al objetivo de OMV de alcanzar un 60% de producción de gas en 2030.
"El proyecto cuenta con la ventaja de unos costes unitarios bajos y una intensidad de carbono extremadamente baja gracias a su alcance optimizado", afirma McGavin. "Otro resultado sorprendente es que el presupuesto tampoco varía en gran medida respecto a las estimaciones anteriores, de unos 4.000 millones de euros, a pesar de la inflación global de los costes y las primas de riesgo en el Mar Negro durante la guerra de Ucrania".
Rumanía como exportador neto de gas
El informe añade que, dada la envergadura del proyecto, Rumanía podría alcanzar la independencia energética a finales de la década de 2020 y exportar el gas sobrante a los mercados de la UE. Transgaz, el operador rumano de la red de transporte, ya está planificando un gasoducto que unirá el punto de conexión terrestre de Neptun Deep, cerca de la costa del Mar Negro, con la red de gas de la UE en el interconector BRUA (Bulgaria-Rumanía-Hungría-Austria).
Durante la fase de ejecución de Neptun Deep habrá un inmenso escrutinio de los costes y el calendario. Tras años de retrasos frustrantes, ahora empieza la cuenta atrás para un nuevo suministro de gas crítico para Rumanía y la UE.
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