El presidente de la Asociación de Operadores de Productos Petrolíferos, AOP, Luis Aires, ha advertido del riesgo de incentivar sólo la movilidad eléctrica, pues esa tecnología está poco madura, y ha recordado el déficit de tarifa que generaron las ayudas a las renovables cuando no eran competitivas.
Durante la presentación hoy de la Agenda Sectorial de la Industria Química y el Refino, que ha presidido la ministra de Industria, Reyes Maroto, Aires ha criticado el borrador de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, que considera que con su actual redacción obligar a determinadas estaciones de servicio a instalar puntos de recarga eléctrica, vulnera el principio de libertad de empresa.
Además, ha indicado que las inversiones que estarían obligadas a hacer los propietarios pueden quedar obsoletas en poco tiempo porque no se sabe cómo va a evolucionar la autonomía de las batería de esos coches.
Ha señalado que una "medida de éxito probado" en la lucha contra las emisiones y para la mejora de la calidad del aire ha sido el apoyo a la renovación del parque automovilístico, que ha recordado que, con la crisis económica, ha aumentado su edad y el 60 % tiene más de diez años.
Aires ha explicado que los vehículos con más de veinte años de antigüedad son responsables de entre el 30 % y el 50 % de las emisiones atribuidas al transporte por carretera.
Según el presidente de AOP, los dueños de esos coches no es que no los cambien por "nostalgia" o porque "les guste contaminar", sino por impedimentos económicos, y ha añadido que hacen falta programas de renovación de vehículos antiguos, pero "de cualquier tecnología".
Ha pedido que las soluciones tengan en cuenta el coste-eficiencia para no perjudicar la competitividad de la economía española y que haya neutralidad tecnológica, que es "la mejor manera de garantizar la transición energética".
Además, ha dicho que prohibir la matriculación y venta de turismos de vehículos de combustión e híbridos "no es una medida adecuada" en 2040, pues desincentiva las inversiones en los sectores automovilístico y del refino, y la incertidumbre retrasa las decisiones de compra de automóviles, con lo que las emisiones aumentan con los vehículos viejos.
"Proponemos desarrollar todas la tecnologías y no prohibirlas", ha dicho Aires, que ha señalado que en 2050, si hubiera un 50 % de vehículos eléctricos y un 50 % con combustibles bajos en carbono, se reducirían un 87 % las emisiones respecto a 2015.
Ha añadido que todavía los vehículos eléctricos son una tecnología que no está madura y que requiere grandes inversiones en infraestructuras para su recarga, y por eso considera que todas las tecnologías que permitan alcanzar los objetivos de reducción de emisiones deberían poder optar "en igualdad de condiciones" a ayudas y financiación.
La ministra de Industria, Reyes Maroto, ha manifestado que espera que la norma llegue consensuada al Parlamento y ha afirmado que nadie puede acusar al Gobierno de haber tomado una medida que perjudique a la industria en general, ni a la del automóvil en particular.
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