Los jefes de Estado o Gobierno de la Unión Europea (UE) abordan este jueves, en su última cumbre del año, los altos precios de la energía y sus consecuencias, y el mantenimiento del apoyo a Ucrania tras el endurecimiento de los ataques a las infraestructuras críticas por parte de Rusia.
La reunión, de un solo día, incluye también un debate sobre seguridad y defensa, en la que los líderes pasarán revista a los esfuerzos para impulsar las capacidades europeas; y analizarán la vecindad sur y las relaciones trasatlánticas.
El ministro checo de Asuntos Europeos, Mikulas Bek, cuyo país preside la UE hasta finales de mes, explicó ayer, miércoles, a los diputados de la Eurocámara los principales temas de la agenda de la cumbre.
Sin acuerdo
Sobre la crisis energética, dijo que el Consejo Europeo examinará los avances logrados en la aplicación de las conclusiones de octubre relativas a "los altos precios de energía que afectan a todas las empresas y a los europeos".
También debatirán, indicó, los efectos de ese encarecimiento de la energía en el tejido industrial y hablarán de qué hacer para mantener la competitividad y desarrollar liderazgo tecnológico en la transición verde.
En cuanto a Ucrania, el ministro checo precisó que los líderes tienen previsto condenar los ataques rusos "como un crimen que no puede quedar impune" y que pedirán que se intensifique un suministro de ayuda humanitaria a Ucrania y la asistencia para la infraestructura física del país.
En la reunión está prevista la intervención telemática del presidente de Ucrania, Vladimir Zelenski.
Unidad
Por su parte, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, en su carta de invitación a los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete apeló a la "unidad" para afrontar las oportunidades y los retos actuales.
Según, Michel los mandatarios de la UE mirarán "hacia los desafíos del próximo año para estar completamente preparados" y añadió que "uno de los hitos más importantes de 2023 será la reforma del mercado eléctrico que propondrá la Comisión lo antes posible".
Sobre el punto de la agenda de la seguridad y la defensa, afirmó que el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, tendrá ocasión de señalar las carencias de la UE en "capacidades críticas" de defensa y la necesidad, por tanto, de ir al gasto militar conjunto y a mayor cooperación industrial.
Michel abogó, por otro lado, por mantener una discusión estratégica sobre las relaciones transatlánticas, tras la decisión de Estados Unidos de aprobar subsidios millonarios a su industria de coches eléctricos, baterías o material para instalaciones de energías renovables a partir de enero próximo.
Cuatro puntos
También con motivo de la cumbre la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, envió ayer una carta en la que invita a los líderes europeos a debatir un plan de cuatro puntos frente a los altos precios de la energía y para responder a los retos que plantea la nueva legislación estadounidense contra la inflación.
Sobre esa normativa estadounidense, Von der Leyen advierte de que se "corre el riesgo de desnivelar el campo de juego y discriminar a las empresas europeas".
Entre otras ideas, la presidenta de la CE propone seguir trabajando con la administración estadounidense y menciona como posible solución la creación de "un club de materias primas para superar el monopolio de China en este área".
Por otra parte, la responsable comunitaria defiende que la UE debe ajustar sus normas sobre ayudas de Estado para facilitar la inversión pública e impulsar la transformación ecológica.
En tercer lugar, la presidenta comunitaria pide impulsar la inversión pública europea para acelerar la transición energética y, por último, considera que los Veintisiete deben "intensificar el despliegue de energías renovables".
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