En febrero del año pasado, Elon Musk anunció el lanzamiento de una batería para el hogar con la que almacenar la energía procedente de los sistemas de fuentes renovables instalados en las viviendas de los estadounidenses: la Powerwall. La expectación fue considerable por la posibilidad de que el invento acercara el sueño de la autonomía energética para los prosumidores. Aunque sólo estuvo disponible en cantidades limitadas, Tesla no tardó en conseguir 38.000 pedidos y agotar el producto. Un año después, Musk vuelve a anunciar una nueva versión de la batería: este segundo modelo llegará, como lo hizo su hermano mayor, en verano.
"Una nueva versión de la Powerwall saldrá entre julio y agosto con cambios radicales en las capacidades", explicó Musk durante una reunión con propietarios de Tesla en París el pasado 29 de enero, de la que informa The Verge. El CEO destacó que la actual batería ha sido probada con "muy buenos resultados" por todo el mundo, por lo que ha llegado la hora de dar el siguiente paso.
Musk no detalló en qué consisten esos "cambios radicales" y lo que supondrán las nuevas capacidades para los clientes, y aunque la frase sugiere cambios importantes, dada la lentitud con la que evoluciona el sector de las baterías no cabe esperar que los cambios sean sustanciales. El año pasado, por ejemplo, el fundador de Tesla aseguró que su 'Gigafactoría' ofrecería mejores dispositivos que los fabricados por Panasonic, pero que las mejoras serían sólo "moderadas", un ejemplo de la dificultad que supone aumentar su rendimiento.
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