Las empresas planean reducir a corto plazo su dependencia de China mediante el acercamiento ('nearshoring') de las cadenas de suministro a territorio nacional o a países cercanos debido a la inestabilidad geopolítica y a la creciente demanda de entregas más rápidas y sostenibles, según un informe publicado por Bain & Company.
Acorde al documento, las cadenas de suministro han afrontado recientemente desafíos como la pandemia, la escasez mundial de semiconductores o la crisis inflacionista. Ante este cambio de paradigma, las empresas siguen persiguiendo la reducción de costes, la optimización de inventarios o la mejora de la calidad del servicio, pero emergen nuevos retos relacionados con la sostenibilidad, la descarbonización y la digitalización.
No obstante, la transformación de la cadenas no sólo supondrían un reto, sino también "una oportunidad para las empresas que están dispuestas a adaptarse a las nuevas características del mercado".
El cambio en las cadenas de suministro
"La inestabilidad geopolítica y la creciente demanda de entregas más rápidas y sostenibles hace que las cadenas de suministro cortas sean más atractivas", ha indicado el informe. De forma similar, una encuesta realizada por Bain & Company a más de 300 ejecutivos revela que más de la mitad de las empresas planea aumentar sus operaciones en territorio nacional o en países cercanos entre 2023 y 2025, reduciendo así su dependencia de China.
Además, estos ejecutivos consideran "importante" la formación de alianzas estratégicas con proveedores para impulsar el crecimiento y la diversificación en un entorno complejo. En este sentido, alrededor del 66% de los directivos tienen previsto incrementar sus asociaciones con proveedores en los próximos tres años.
Bain & Company ha recomendado también adoptar modelos de economía circular para reducir su huella de carbono, aprovechar mejor los materiales y abordar la escasez de recursos. El estudio recoge que el 60% de las grandes empresas estadounidenses se habían comprometido a adoptar prácticas circulares ya en septiembre de 2023.
Por otro lado, las tecnologías como el 'software' avanzado o la inteligencia artificial (IA) podrían comportar ventajas competitivas para las compañías. "Las empresas que adopten las nuevas tecnologías estarán mejor posicionadas en el mercado, ya que podrán detectar con mayor facilidad riesgos e interrupciones en la cadena de suministro y satisfacer las necesidades de los clientes con servicios más personalizados", ha explicado el socio de Bain & Company, Borja Tramazaygues.
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