Cuatro años y medio después de la inauguración de las obras en Tesalónica, el Trans Adriatic Pipeline (TAP), un gasoducto de 878 km de longitud que recorre Grecia, Albania, el mar Adriático e Italia, comienza su operación comercial. El trabajo de un equipo multidisciplinar de profesionales del sector ha permitido finalizar el proyecto en el plazo previsto. Entre ellos se sitúan importante empresas del sector energético europeo como la española Enagás, que posee un 16% del proyecto.
TAP es el tramo europeo del Southern Gas Corridor, un proyecto que permitirá la entrada de 10.000 millones de metros cúbicos (bcm/a) de gas procedente de Azerbaiyán a diferentes mercados europeos. TAP opera según las normas de calidad, salud, seguridad y medio ambiente reconocidas internacionalmente y tiene el potencial de duplicar su capacidad hasta 20 bcm/a.
“Lo que antes era una visión a largo plazo hoy se ha convertido en una realidad. Estoy muy orgulloso de este logro que ha sido posible, en primer lugar y ante todo, gracias a la dedicación y compromiso de nuestro equipo y el de todas las partes involucradas y a la confianza y el apoyo sólido e inquebrantable de nuestros accionistas, de todos los gobiernos y de la Unión Europea, así como de los proveedores y contratistas que han participado en el proyecto. Como nuevo operador del sistema (TSO), que sigue las mejores prácticas y normas del sector, TAP permite una doble función: por una parte, como ruta energética nueva, fiable y sostenible, y por otra parte, como fuente para el suministro de gas natural a millones de usuarios finales en Europa durante las próximas décadas”, asegura Luca Schieppati, Director General de TAP.
“El Southern Gas Corridor es un proyecto pionero de transporte de gas natural desde Azerbaiyán a Europa y uno de los sistemas de transporte de energía más modernos y fiables disponibles en la actualidad. TAP es una pieza clave de los 3.500 km de recorrido del Southern Gas Corridor y combina ventajas estratégicas y comerciales. Esta infraestructura refuerza la seguridad de suministro de gas natural en Europa aportando una fuente de abastecimiento más y apoya los objetivos de la Unión Europea dirigidos a conseguir un mercado energético integrado y un mix energético sostenible, seguro y diversificado, lo que contribuye a la transición hacia energías más limpias”, añade Murad Heydarov, Presidente del Consejo de Administración de TAP.
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