Endesa ha confirmado en la presentación de su plan estratégico que cerrará las centrales térmicas de Andorra (Teruel) y Compostilla (León). Según la presentación de Endesa enviada a la CNMV, ambas centrales tienen un valor neto contable de 201 millones de euros.
Un cierre que no provocará un agujero en la eléctrica ya que "a 31 de octubre de 2018 existía una provisión para el desmantelamiento de estas centrales por importe de 178 millones de euros", afirma la compañía.
Endesa dejará de tener 2.1 GW de capacidad térmica instalada a partir de junio de 2020. Pero apuesta por mantener el resto de centrales durante más años. Así, Endesa confirma que ha realizado las inversiones necesarias para que se mantengan las centrales de carbón importado como son Litoral y As Pontes.
En ambas centrales ha lanzado proyectos de almacenamiento energético que si quieren rentabilizarse deberían estar en funcionamiento durante varios años más, aunque el Gobierno tiene pensado acabar con todas las térmicas de carbón en 2025.
Asimismo, Endesa da un valor importante a la energía nuclear. El Gobierno tiene que decidirse qué hacer con las centrales nucleares en el futuro, pero la compañía que más activos nucleares posee quiere mantenerlas operativas a largo plazo. Así lo dice en su presentación del plan estratégico. "Energía nuclear: Operación a largo plazo, segura y rentable".
Endesa cuenta con la nuclear en sus planes como pieza fundamental para reducir las emisiones, además de realizar fuertes inversiones en la próxima década en energías renovables.
El objetivo de la eléctrica es que en 2050 sea neutra en carbono y no emita gases desde sus centrales térmicas.
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