Endesa prevé unas inversiones de 25.000 millones entre 2021 y 2030 para aprovechar las oportunidades derivadas tanto del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), la 'hoja de ruta' del Gobierno para abordar la transición energética en la próxima década, así como de los fondos para la recuperación postCovid que llegarán de la Unión Europea, según la visión a 2030 para la compañía presentada como novedad dentro de la actualización de su plan estratégico 2021-2023.
De este esfuerzo inversor de la energética, el 40% -unos 10.000 millones de euros- tendrán por destino aumentar el parque generador renovable, con la meta de alcanzar más de 18.000 megavatios (MW), con la incorporación de más de 10.000 MW adicionales a los operativos del grupo a cierre de 2020.
Mientras, otro 40% irá destinado a la red de distribución, lo que elevará la base de activos regulados de redes desde los 11.600 millones de euros a los 13.000 millones de euros al final del periodo.
Con este plan de inversión Endesa pretende que su porcentaje de producción libre de emisiones de CO2 alcance el 80% a final de la década.
Así, la senda de descarbonización se acelerará respecto al plan anterior, que preveía que en 2030 se emitieran 140 gramos de dióxido de carbono por kilovatio/hora de electricidad producida. Un umbral que ahora se reduce a 95 gramos, un 80% menos respecto a 2017.
FIN DEL CARBÓN EN 2027
La compañía dirigida por José Bogas prevé igualmente acelerar todavía más en el cierre del carbón, en línea con su matriz Enel, y habrá cesado completamente todas sus operaciones de generación con esta tecnología, dentro y fuera de la Península Ibérica, en 2027.
Además, la apuesta por nuevas tecnologías de la empresa se traducirá en el impulso de sistemas de almacenamiento con baterías y de proyectos de hidrógeno -con una cartera de un total de 22- potencialmente elegibles al Fondo de Recuperación Europeo.
También Endesa prevé un crecimiento de en torno al 23% en su número de clientes en el segmento de mercado libre, situándose en el entorno de los 7 millones en 2030 -desde los 5,7 millones a finales de este año-.
575.000 PUNTOS DE RECARGA EN 2030
En lo que se refiere a la movilidad sostenible, apuesta igualmente por un impulso de los puntos de recarga de vehículos eléctricos, pasando de los en torno a 8.000 a finales de este año a los 575.000 al final de la década, multiplicando así por 72 la cifra.
Al mismo tiempo, prevé contar con una base de hasta 1.000 ME en instalaciones de autoconsumo en hogares y empresas, lo que permitirá el uso de nuevos sistemas y modelos de gestión de la demanda apoyándose en las nuevas funcionalidades de la red de distribución.
Bogas destacó que el grupo tiene una "visión ilusionante para esta próxima década, hasta 2030", por lo que, para comenzar a materializarla, presenta este nuevo plan industrial "basado en el crecimiento y que pone las bases para sustentar nuestro liderazgo a futuro".
"Necesitamos el compromiso de todos para llevarlo a cabo y conseguir nuestros objetivos. Estamos en una gran empresa, tenemos un gran equipo humano y he de decir que somos líderes, lideraremos la transición energética y saldremos más reforzados al final de este ciclo", subrayó.
De esta cifra, 3.300 millones estarán destinados a incrementar el parque generador de energía renovable, una cifra que es un 20% más elevada que en el plan precedente.
Con esta inversión, la empresa alcanzará los 11.500 MW solares, eólicos e hidráulicos a final de 2023. Es decir, en torno a un 50% más respecto a los 7.700 MW con que concluirá el presente ejercicio 2020.
Esta aceleración de la inversión en renovables permitirá conectar 3.900 MW adicionales de potencia en los próximos tres años, de los que 3.000 MW serán solares fotovoltaicos y el resto (900 MW), eólicos. Esta nueva potencia superará ampliamente la reducción de 2.500 MW en el 'mix' de generación del grupo derivada del cierre de centrales de carbón en la Península Ibérica durante 2021. Así, el 62% del parque generador de la compañía en la península será de origen renovable a final de 2023, desde el 45% actual.
Este crecimiento en energías limpias se sustenta sobre un portfolio de proyectos de 7.300 MW con fecha estimada de entrada en operación entre 2021 y 2025. De esta cartera, el 68% corresponde a plantas fotovoltaicas y el 32% restante, a eólicas.
En redes de distribución, las inversiones para el próximo trienio se eleva un 30% en relación al plan anterior, hasta los 2.600 millones de euros.
Endesa proyecta acrecentar el esfuerzo en electrificación de la demanda que viene realizando desde hace años. Como fruto de ello, y de la recuperación de la demanda, la venta total de electricidad crecerá un 8% en 2023 respecto a 2020 hasta los 99 teravatios/hora (incluyendo las ventas internacionales que serían de 2,7 teravatios/hora en 2023). Además, la compañía estima que los clientes del mercado libre se incrementarán en 400.000, hasta 6,1 millones, lo que supone un 7% más.
ELEVARÁ UN 10% SU EBITDA Y UN 12% SU BENEFICIO HASTA 2023
En lo que respecta a las cifras financieras, la energética prevé incrementar su beneficio bruto (Ebitda) un 10% en el periodo, desde los 3.900 millones estimados para 2020 hasta los 4.300 millones de euros en 2023 como fruto de ese aumento de la inversión del 25% hasta 7.900 millones.
En concreto, Enel Green Power España, la filial de renovables de Endesa, doblará su aportación al Ebitda desde 300 millones a 600 millones entre 2020 y 2023. Otros 100 millones adicionales de Ebitda procederán del negocio de distribución, que pasará de un beneficio bruto de 2.000 millones a 2.100 millones.
Por su parte, prevé que su resultado neto pase de los 1.700 millones estimados en 2020 a los 1.900 millones de euros a cierre de 2023, con un alza del 12% en el periodo.
Con respecto a la evolución del endeudamiento de la energética, crecerá para respaldar el incremento de la inversión contenida en el plan. Así, el pasivo aumentará en 2.900 millones de euros, hasta una deuda neta de 10.000 millones de euros a final de 2023.
Sin embargo, Endesa prevé beneficiarse de un coste de la deuda extremadamente bajo, que pasará de un promedio del 1,8% en 2020 a un 1,4% al final del plan estratégico.
Además, la gestión del endeudamiento seguirá atendiendo a criterios de sostenibilidad, de manera que el porcentaje de la deuda bruta ligada a objetivos de sostenibilidad pasará del 45% del total estimado en el presente 2020 (sobre 7.300 millones), a alrededor del 60% en 2023 (sobre 10.200 millones de pasivo bruto estimado).
EXTIENDE SU POLÍTICA DE DIVIDENDO DE UN 'PAYOUT' DEL 70%.
En lo que respecta a la política de dividendo, el grupo ha confirmado un 'payout' del 100% en 2020, del 80% en 2021 y del 70% en 2022, extendiendo este porcentaje del 70% a 2023. La energética destacó que "adapta así su política de dividendo a un perfil de crecimiento mucho mayor derivado de este plan estratégico".
Asimismo, el grupo anunció la distribución de un dividendo a cuenta de los resultados de este ejercicio 2020 de 0,70 euros brutos por acción.
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