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Enresa finaliza el desmontaje del reactor de la central nuclear de Zorita

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Central nuclear de Zorita. FOTO: Enresa

La Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa) ha ejecutado ya el 70% del proyecto de desmantelamiento de la central nuclear "José Cabrera" de Zorita de los Canes (Guadalajara), tras finalizar el desmontaje de la vasija del reactor, uno de los trabajos "más complejos". La previsión es que los trabajos estén totalmente concluidos para el 2018.

Con el fin de los trabajos en la vasija culmina el desmontaje de todos los grandes componentes del circuito primario, una de las fases más importantes y complejas de todo el proyecto, según ha explicado el director de Operaciones de Enresa, Alejandro Rodríguez Fernández, un "hito importante" que marca ahora un cambio de ritmo en la obra hacia un trabajo también complejo, pero con menor carga radiológica, según informa Europa Press.

Ha indicado que se ha retirado el 99% de la actividad radiactiva de la instalación y sólo resta por retirar el uno por ciento, aunque se trata también, según el técnico de Enresa, de un trabajo diferente en el sentido de que la misma se encuentra menos concentrada.

Herramientas robotizadas

Así, ha indicado, se ha culminado el desmontaje del sistema de generación nuclear de la central, donde se encuentran los grandes componentes del circuito primario, constituyendo una de las fases más importantes y complejas de todo el proyecto, donde se ha utilizado la técnica de corte bajo el agua como blindaje, con herramientas que se teleoperaban desde fuera, tal y como ha resaltado Fernández en su comparecencia.

En estos trabajos se han empleado herramientas robotizadas y el agua ha actuado como blindaje a la hora de operar sobre estos elementos de la parte nuclear de la planta, donde los valores de actividad de sus componentes no son compatibles con la presencia humana, ha explicado.

La vasija ha sido segmentada en un total de 112 piezas que se han acondicionado en 15 contenedores de hormigón para su envío al centro de almacenamiento de residuos radiactivos de muy baja, baja y media actividad en El Cabril (Córdoba).

Tras diez meses de operaciones, los trabajos de segmentación de la vasija de la central nuclear José Cabrera, la más antigua de España, que paró su actividad en el año 2006, terminaban el pasado mes de mayo. En total, se han realizado más de 172 metros lineales de corte y se ha actuado sobre 95 toneladas de material.

Se ha aplicado diferentes técnicas, que van desde las más convencionales (corte térmico en ambiente para el presionador) hasta las más innovadoras y complejas (corte mecánico bajo agua para los internos del reactor y la vasija), e incluso ha habido que pasar también por la aplicación intensiva de distintas técnicas de corte en frío (hilo de diamante, torno orbital, para el generador de vapor y las tuberías).

Todas ellas han permitido finalizar la completa segmentación y empaquetado de todos estos elementos, lo que supone un avance esencial en los trabajos de desmantelamiento de la central nuclear José Cabrera, tal y como ha reconocido también el director de Operaciones de la empresa encargada del desmantelamiento.

Un trabajo relevante

Ambos responsables han querido resaltar el "complejo y singular trabajo" que ha habido que realizar "con muy pocos precedentes en el mundo, con un desarrollo tecnológico que tiene relevancia mundial", pero también la "normalidad y ausencia de incidentes".

Los próximos retos pasan ahora por, en los próximos meses, la descontaminación de las paredes y los suelos de los edificios de contención y auxiliar; la puesta en marcha del taller de descontaminación, así como el desarrollo de la campaña de caracterización del emplazamiento, que según Silva ya "ha comenzado", con la realización de medidas superficiales y sondeos de terrenos.

Este terreno debe quedar totalmente libre de contaminación para cuando tengan que revertir en su propietario, Gas Natural-Unión Fenosa, lo que está previsto que se produzca en el año 2018, con lo cual, de cumplirse estos plazos, el proceso se prolongaría ochos años ya que se inició en el 2010.

Desde que Enresa asumiera la titularidad de la central nuclear José Cabrera, en febrero de 2010, y hasta la fecha, se han generado 9.227 toneladas de materiales, de las que 2.230 toneladas son residuos radiactivos. De esta cantidad, 1.075 toneladas ya han sido enviadas al almacén de residuos radiactivos de baja y media actividad de El Cabril (Córdoba).

Al tratarse de un proceso de desmantelamiento que va de dentro hacia afuera, el cambio morfológico de la central, aunque algunos de los edificios estén ya huecos, no se producirá hasta el 2016, y su demolición será muy rápida.

En este proceso de desmantelamiento se incluye también el del Almacén Temporal Individualizado (ATI) que hay en la central, donde ahora se guarda el combustible de esta planta, y cuyos residuos se contempla llevar al futuro almacén centralizado, que según estos responsables, se contempla que esté también para esa fecha, "dentro de la programación", ha matizado Fernández.

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