Según investigadores del Laboratorio Nacional de Energías Renovables (NREL) del Departamento de Energía de EEUU, la rápida adopción de vehículos eléctricos de emisiones cero acercará al país a un descenso del 80% o más de las emisiones de gases de efecto invernadero del transporte en 2050 respecto al nivel de 2019.
Los investigadores llegaron a esta conclusión tras realizar miles de simulaciones por ordenador de los pasos necesarios para descarbonizar los viajes de pasajeros y mercancías, que son los que más contribuyen a los gases de efecto invernadero. Aunque advirtieron que "ninguna tecnología, política o cambio de comportamiento" basta por sí sola para alcanzar el objetivo, la eliminación de las emisiones del tubo de escape sería un factor importante.
"Hay motivos para ser optimistas y varias áreas por explorar", afirma Chris Hoehne, investigador de sistemas de movilidad del NREL y autor principal de un nuevo documento en el que se detallan las vías que podrían seguirse. "En la comunidad científica hay un gran consenso sobre lo que hay que hacer para reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero relacionadas con el transporte, especialmente en lo que se refiere a la electrificación. Pero existe una gran incertidumbre sobre las emisiones futuras del transporte y las necesidades de electricidad, y este análisis único ayuda a arrojar luz sobre las condiciones que impulsan estas incertidumbres".
Mientras que la mayoría de los vehículos actuales queman combustibles fósiles, los vehículos de emisiones cero (VEZ) utilizan fuentes de energía alternativas, como baterías o hidrógeno. El transporte es la mayor fuente de emisiones de gases de efecto invernadero en Estados Unidos y la que más rápido crece en otras partes del mundo.
Los investigadores analizaron detalladamente 50 escenarios de descarbonización profunda, demostrando que la rápida adopción de los vehículos eléctricos de baja emisión es esencial junto con una transición simultánea a una red eléctrica limpia. Igualmente importante es gestionar el crecimiento de la demanda de viajes, lo que reduciría la cantidad de suministro de electricidad limpia necesaria. Los investigadores descubrieron que la variable más dinámica para reducir las emisiones totales relacionadas con el transporte son las medidas de apoyo a la transición a los VEZ.
Utilizando un modelo denominado Transportation Energy & Mobility Pathway Options (TEMPO), los investigadores realizaron más de 2.000 simulaciones para determinar lo que se necesitará para descarbonizar los viajes de pasajeros y mercancías. El estudio explora cambios en la tecnología, el comportamiento y las políticas para prever cómo los sistemas de transporte de pasajeros y mercancías pueden realizar con éxito la transición hacia un futuro sostenible. Los cambios políticos pueden requerir nuevas normativas que impulsen la adopción de vehículos eléctricos, por ejemplo. Las soluciones tecnológicas requerirán avances continuos en baterías, pilas de combustible y biocombustibles sostenibles, entre otros. El comportamiento entra en juego a la hora de considerar los cambios en la población y las necesidades de desplazamiento. Una persona que se aleja de un núcleo urbano, por ejemplo, puede tener que recorrer distancias más largas para ir a trabajar.
"El sector del transporte es responsable de una cuarta parte de las emisiones de gases de efecto invernadero en Estados Unidos, y dos tercios de ellas proceden de los desplazamientos en vehículos personales", explica Hoehne.
Mediante el empleo de una combinación de estrategias, el estudio muestra que el máximo potencial de descarbonización para 2050 en todos los escenarios simulados es una asombrosa reducción del 89% de los gases de efecto invernadero con respecto a 2019, equivalente a una reducción del 85% con respecto a la base de referencia de 2005.
"Los recientes avances tecnológicos, unidos a la imperiosa necesidad de hacer frente a la crisis climática y a los problemas de calidad del aire, han aumentado la importancia de las soluciones de transporte limpias", afirma Matteo Muratori, director del grupo de Análisis de la Transición Energética del Transporte y artífice del modelo TEMPO. "Este cambio ha hecho que la transición de todo el sector hacia la sostenibilidad sea un objetivo alcanzable y una prioridad absoluta en Estados Unidos y en todo el mundo".
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