El primer ministro de Eslovaquia, el populista Robert Fico, ha trasladado a su homólogo alemán, el conservador Friedrich Merz, que seguirá bloqueando el nuevo paquete de sanciones de la UE contra Rusia, hasta que no se garantice que los planes de cortar el suministro de gas ruso no perjudicarán a su economía.
La Comisión Europea (CE) quiere interrumpir a partir del 1 de enero de 2028 cualquier importación rusa de gas en todas sus formas, petróleo o combustible nuclear en la UE, algo que el Gobierno eslovaco afirma supondría un duro golpe para su economía.
Si no hay "garantías suficientes para minimizar y compensar los daños causados por la propuesta de la CE de detener el flujo de gas ruso, Eslovaquia solicitará un aplazamiento de la votación sobre el 18º paquete de sanciones antirrusas", dijo Fico tras una conversación telefónica con Merz, según informó en su perfil de Facebook.
A diferencia de la decisión para interrumpir el flujo de gas, el nuevo paquete de sanciones, "requiere el consentimiento de todos los estados miembros de la UE", recordó el político eslovaco.
Las sanciones a Rusia
Para Fico, la propuesta comunitaria "es ideológica y perjudicial para toda la UE y especialmente para Eslovaquia", que sigue siendo dependiente del combustible ruso.
Las nuevas sanciones por la invasión rusa de Ucrania pretenden presionar a Moscú para que acepte un alto el fuego y negociaciones de paz.









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