España, Dinamarca, Irlanda y el sur de Australia son los ejemplos que para la Agencia Internacional de la Energía (AIE) muestran que países con un elevado peso de las renovables discontinuas han sabido integrarlas en su producción eléctrica pese a su carácter intermitente.
En un informe publicado este miércoles, la AIE subraya que una integración eficaz resulta fundamental para que se puedan cumplir los plazos de despliegue de esas energías renovables intermitentes que son la eólica y la solar, y así alcanzar los objetivos de descarbonización de la economía.
"En los últimos años el mundo ha asistido a un notable aumento de la capacidad solar y eólica con el fin de reforzar la seguridad energética y reducir las emisiones", admitió el director de mercados energéticos de la organización, Keisuke Sadamori.
Pero añadió que "no se obtendrán todos los beneficios si no se intensifican los esfuerzos para apoyar la integración de esas tecnologías en los sistemas eléctricos".
Las renovables para la AIE
Entre 2018 y 2023 la capacidad de producción solar y eólica se duplicó con creces en el mundo y su peso en la generación de electricidad prácticamente se dobló.
Pero los autores del estudio avisan de que retrasar las medidas para favorecer su integración en el sistema podría reducir en un 15% su potencial para 2030 y disminuir en 5 puntos porcentuales su cuota en la generación global de electricidad.
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