España cuenta con nueve plantas que inyectan biometano a la red gasista, frente a las 650 de Francia, aunque la patronal gasista, Sedigás, espera un "aumento exponencial" para 2025-2026, cuando ya se conecten los alrededor de 200 proyectos de nuevas instalaciones de producción que hay.
La secretaria general de Sedigas, Naiara Ortiz de Mendíbil, ha indicado, en una rueda de prensa con motivo de la 50 Reunión Anual de Sedigas, que, aunque esas nueve plantas puedan parecer pocas, hay que recordar que hasta 2021 sólo había una, la de Valdemingómez, que empezó a funcionar en 2010.
Ortiz de Mendíbil considera que España debe aumentar su ambición en biometano y ha afirmado que el país tiene un potencial de producción de 163 teravatios hora (TWh) al año y capacidad para cubrir con biometano el 50% de la demanda de gas de España.
El papel del biometano
Sedigás considera escaso el objetivo de biometano, de 20 TWh, recogido en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), y cree que debería ser de 35 TWh a 2030.
Ortiz de Mendíbil ha dicho que aún existen barreras que eliminar para el desarrollo del biometano, como la aprobación de un procedimiento de acceso para conectar las plantas al sistema gasista, pues existen muchas peticiones de conexión.
También consideran que se debe agilizar el proceso de permisos y autorizaciones.
En 2023, el volumen de producción e inyección de biometano en el sistema gasista fue de 248,6 gigavatios hora (GWh), un 39,4% más que en 2022.
Respecto a su coste, el presidente de Sedigás, Joan Batalla, ha dicho que cualquier sector productivo que apueste por el biometano tiene que tener en cuenta no sólo el coste de la molécula, sino que también permite cumplir la normativa para abatir CO2 y eximirse del pago de algunos derechos de emisión de CO2.
En este sentido, ha afirmado que la sostenibilidad del biometano tiene un valor económico y contribuye a hacerlo competitivo con respecto a la molécula fósil.
El gas ruso
Por otro lado, el presidente de Sedigas, preguntado por la intención de la CE de impedir la reexportación de gas natural licuado (GNL) ruso desde países de la UE a extracomunitarios, ha dicho que las empresas y el conjunto del sistema gasista español se adecuarán a las obligaciones que pueda existir.
En 2023, Rusia fue el tercer país desde el que España importó gas natural y representó el 18,3% de todo el gas importado.
Batalla ha señalado que, de las entradas de gas natural al sistema gasista español el año pasado, un 82% respondió a la demanda nacional y el otro 18% a recargas de GNL y exportaciones a través de infraestructuras y gasoductos.
El presidente de Sedigás ha indicado que no podía cuantificar dentro de ese 18% lo que podría corresponder a reexportaciones a Rusia.
Ha subrayado que España, ya con siete plantas regasificadoras, tiene una "enorme flexibilidad" que le permite contribuir a la seguridad del suministro del resto de Europa, al tener un tercio de la capacidad de regasificación de la UE.
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