La vicepresidenta del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, y las ministras de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Arancha González Laya, y de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto han enviado una carta en la que expresan la importancia de actualizar el Tratado sobre la Carta de la Energía para hacerlo compatible con el Acuerdo de París, el Pacto Verde Europeo, el objetivo de neutralidad climática para 2050 y la defensa de la integridad y primacía del sistema legal de la UE en todos los Estados miembros.
Si no se logra este objetivo, "el Gobierno de España considera que la UE y sus Estados miembro deberán considerar su retirada del Tratado en las condiciones más favorables para nuestros intereses", señalan fuentes de Moncloa.
La misiva está dirigida al vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea, Frans Timmermans; al comisario de Comercio, Valdis Dombrovskis; a la comisaria de Energía, Kadri Simson, y al Alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell.
Las negociaciones, que se están llevando a cabo para modernizar las disposiciones del Tratado sobre desarrollo sostenible y objetivos climáticos, y para reformar la protección de la inversión y las reglas que rigen la resolución de conflictos inversor-Estado en línea con los estándares establecidos por la Unión Europea, no han avanzado prácticamente desde que comenzaron en julio de 2020. En esta misiva, el Gobierno de España expresa su preocupación ante la posibilidad de no acabar alcanzando un consenso que haga el Tratado compatible con los objetivos del Acuerdo de París y del Pacto Verde Europeo.
Así lo ha comunicado la vicepresidenta Ribera a través de su cuenta de Twitter:
https://twitter.com/Teresaribera/status/1360519157322813446?s=20
"España seguirá trabajando, junto al resto de Estados miembros y la Comisión Europea, para que la modernización del Tratado sobre la Carta de la Energía lo haga compatible con estos objetivos", explica el Gobierno. Pero considera necesaria una posición más fuerte, más sólida y más decidida y que la UE y los Estados miembros manden una señal política clara. La próxima ronda de negociación será en la primera semana de marzo.
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