El próximo martes tendrá lugar una nueva subasta de 3.300 megavatios (MW) de potencia instalada para nuevas instalaciones eólicas y fotovoltaicas, que deberán ser ejecutados en unos plazos más breves que en anteriores ocasiones, ya que el objetivo es que ayuden a abaratar cuanto antes los precios de la electricidad.
La subasta fue convocada por el Ministerio de Transición Ecológica a principios de septiembre, en plena subida de los precios de la luz que viene produciéndose desde primavera y que se disparó en verano y comienzos de otoño.
Pero probablemente esta subasta es la que menos ilusión ha creado en el sector en los últimos años. Ahora, las empresas desarrolladoras están con la cabeza en otros asuntos como el recorte aplicado por el Gobierno por los aumentos del precio del gas. También están muy preocupados por el alarmismo social que están generando los grandes proyectos de renovables por toda España y el sector anda muy preocupado por el concurso de los puntos de acceso porque tiene a los inversores en vilo.
Se desconoce quiénes participarán en la subasta y si se cubrirá o no la capacidad que se pone en liza. A ello hay que sumar una más que probable subida de los precios de los proyectos adjudicados ya que en este último el alto coste de las materias primas está encareciendo los proyectos.
Toda la potencia subastada tendrá que estar en funcionamiento antes del 30 de junio de 2024, con un cupo especial de 600 MW de disponibilidad acelerada que deberá estar operativo el 30 de septiembre de 2022. Adicionalmente, se destinarán 300 MW para pequeñas instalaciones fotovoltaicas "con relevante participación local".
Con la incorporación de esta generación renovable, el Ministerio confía en reducir el precio de la electricidad, al desplazar energía producida con centrales más caras y contaminantes.
Esta es la segunda subasta que se hace bajo el sistema creado en 2020 y con el que en enero de 2021 se retomaron las subastas en España, tras las dos que tuvieron lugar en 2017, todavía bajo el Gobierno del PP.
En esta ocasión, los plazos serán más ajustados y se establecen distintas reservas de potencia para obtener un 'mix' equilibrado.
Así, hay una reserva de potencia "de disponibilidad acelerada" de 600 MW para plantas eólicas o fotovoltaicas en avanzado estado de tramitación, que tendrán que estar construidas en 12 meses desde la adjudicación y ponerse en marcha antes del 30 de septiembre de 2022 para que ese otoño ya se note su impacto.
Para el resto de potencia que se va a subastar, los plazos, aunque inferiores a los de la subasta de enero, son de 20 meses para la energía fotovoltaica y de 32 para la eólica.
La subasta también reserva 1.500 MW para eólica terrestre, 700 MW para fotovoltaica y 300 MW para instalaciones fotovoltaicas de generación distribuida con carácter local, así como 200 MW que se pueden adjudicar sin restricción por tecnología.
UNA RESERVA PARA INSTALACIONES FOTOVOLTAICAS DE MENOS DE 5 MW
La citada reserva de 300 MW para instalaciones fotovoltaicas está dirigida a instalaciones fotovoltaicas de potencia menor o igual a 5 MW con fuerte carácter local, por lo que el Ministerio tendrá en cuenta elementos como la población próxima al emplazamiento o la participación ciudadana en las instalaciones.
Con esta reserva, el departamento que dirige Teresa Ribera quiere apoyar a los pequeños sistemas de generación distribuida, más eficientes al precisar de menos infraestructuras de red y reducir las pérdidas de energía en redes.
Una de las novedades de la subasta del martes es que en el Plan Estratégico de Impacto sobre el Empleo y la Cadena de Valor Industrial que tienen que presentar los promotores se han de incluir las buenas prácticas ambientales y sociales del proyecto, la información a la ciudadanía del mismo y el fomento de la participación ciudadana con carácter local.
OTRAS SUBASTAS
La última subasta de asignación del Régimen Económico de Energías Renovables (REER) se celebró el pasado 26 de enero y se adjudicaron 3.034 MW eólicos y fotovoltaicos a un precio medio ponderado de 25,31 y 24,47 euros el megavatio/hora, respectivamente, muy por debajo de los que se registran en el mercado mayorista de la electricidad.
La subasta se convocó para 3.000 MW, (mil para eólica terrestre, mil para fotovoltaica y mil sin restricción tecnológica, aunque al final, sólo se adjudicaron potencia la eólica y la fotovoltaica).
En potencia eólica se impuso Capital Energy, que se adjudicó 620 MW de mil, mientras que en fotovoltaica, donde estuvo más repartida la potencia, el ganador fue X-Elio, con 315 MW; seguido de Iberdrola, con 243 MW.
Durante este año también está prevista la celebración de otros procedimientos de concurrencia competitiva para un mínimo de 200 MW de energía solar termoeléctrica, 140 MW de biomasa y 20 MW para otras tecnologías, según el Ministerio para la Transición Ecológica.
En este tipo de subastas se otorga a los adjudicatarios un régimen económico que les permite la percepción de ingresos mediante la venta de energía en el mercado, con la particularidad de que para un volumen determinado de energía y en un plazo definido el precio de la venta de la energía se calcula a partir del resultado de cada subasta.
poeta
18/10/2021