Un grupo de seis estudiantes de segundo curso del Máster Universitario en Ingeniería Industrial de la Universidad Pública de Navarra (UPNA) y otros tres, de doctorado, junto con la asociación de fomento de las energías renovables de la UPNA, APERNA, están trabajando en el diseño y fabricación de un sistema basado en energía solar fotovoltaica para arrastrar trineos de nieve en condiciones de bajas temperaturas.
La iniciativa, de nombre “e-Snowdog” (perro de nieve eléctrico), partió de los exploradores Ramón Larramendi e Ignacio Oficialdegi, quienes probarán el prototipo en su próximo viaje a Groenlandia, en abril.
El sistema concebido por los estudiantes consiste en una placa solar portátil que se utiliza para recargar la batería de una moto de nieve eléctrica que, a su vez, arrastra un trineo. “Hay que tener en cuenta que el sistema tiene que aguantar temperaturas de entre 10 y 20 grados bajo cero”, indican.
Una placa flexible y enrollable
La placa, enrollable, se transporta en la moto y cuando es necesario recargar el vehículo se despliega y se conecta a él. Una vez terminada la carga (entre dos y tres horas), se vuelve a guardar en el maletero.
“Se trata de un sistema, además de respetuoso con el medio ambiente, fiable, seguro y ligero”, apuntan. “Además, se valora la opción de aportar más energía a la carga con el empleo de aerogeneradores portátiles que captarían la energía del viento”, añaden.
Tal y como explican los y las estudiantes, en ediciones anteriores (proyecto WindSled), el modo de desplazamiento escogido para arrastrar el trineo había sido mediante una cometa empujada por el aire.
“Sin embargo, dadas las adversas condiciones climatológicas y la fuerte dependencia del recurso eólico, así como la escasez de recursos energéticos, se ha buscado otra vía de transporte”, apuntan.
La falta de recursos energéticos en la Antártida, el principal reto
El principal reto al que se enfrentan los desarrolladores y las desarrolladoras del proyecto es el de gestionar los escasos recursos energéticos disponibles en la Antártida. Como se ha indicado, el sistema ideado prescinde completamente de cualquier tipo de combustible fósil y utiliza la energía solar, sin dejar de lado el potencial de la eólica.
Entre las fases en las que se prevé que evolucione el proyecto, la primera de ellas consiste en realizar un estudio de la disponibilidad de los recursos renovables para dimensionar el equipo necesario que se debe llevar. Posteriormente, el desafío consiste en adecuar las fuentes de generación renovables (paneles solares y turbina eólica) a las especificaciones de carga de las baterías.
A lo largo del proyecto, se pretende también realizar ensayos de los distintos componentes (paneles, baterías, reguladores de carga...) para probar que cumplen con todas las especificaciones antes de probarlos sobre el terreno.
Estudiantes participantes y posibilidad de colaborar
Los y las estudiantes que participan en el proyecto son los siguientes: Ander Goikoetxea Agarraberes, Álvaro Martín Castilla, Nerea Pascual Lezaun, Mikel Hualde Otamendi, Iñigo Pascual Iglesias, Elisa Irujo Izcue (todos ellos, del Máster Universitario en Ingeniería Industrial de la UPNA) e Ibai Urtasun Salinas, Iñaki Lalinde Sainz y Adrian Soto Cabria (estudiantes de doctorado).
El proyecto está tutelado por los profesores de la UPNA Alberto Berrueta Irigoyen, Alfredo Ursúa Rubio y Pablo Sanchis Gúrpide, todos ellos, del instituto de investigación de Smart Cities (ISC) de la Universidad.
El proyecto está abierto a la participación de más estudiantes: “hay un gran número de aplicaciones que pueden ayudar a mejorar este proyecto y se buscan ideas”, apuntan sus responsables. Para participar, puede mandarse un correo electrónico a aperna.research@gmail.com.
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