Un estudio pide a la UE metas "realistas" de producción de hidrógeno en 2030

La Unión Europea (UE) debería dotarse de objetivos "realistas" en cuanto a producción de hidrógeno verde en 2030, según un estudio publicado por la plataforma Europa Libre de Carbono que también llama a la UE a revisar las expectativas sobre la captura y almacenamiento de CO2 para garantizar que la UE alcanza sus objetivos climáticos al final de la década.

"Si bien reconocemos la necesidad de transformar el mercado, cuestionamos específicamente la viabilidad de algunas de las ambiciones para el hidrógeno limpio y el secuestro de carbono a corto plazo", indican los autores del informe. Perspectiva Anual de Descarbonización 2024".

La Comisión Europea marcó el objetivo de producir en la UE un total de 10 millones de toneladas de hidrógeno limpio, generado a partir de energía renovable o nuclear para 2030.

Y según el informe anual sobre energía presentado por Bruselas este mes de septiembre, la producción de electrolizadores -necesarios para extraer el hidrógeno del agua- apunta a que se cumplirá ese objetivo, si bien la comisaria de Energía, Kadri Simson, precisó en rueda de prensa que "no son objetivos vinculantes, sino más bien indicativos".

CO2 e hidrógeno

El presente estudio, sin embargo, cuestiona esa senda y sostiene que "los objetivos de suministro para el hidrógeno limpio superan la demanda en 2030, ya que los casos de uso en el transporte y la industria aún se están desarrollando, y el principal usuario de hidrógeno hoy en día, las refinerías de petróleo, está en declive".

"De manera similar, los objetivos de secuestro de carbono para 2030 implican una implementación de tecnologías de captura de carbono más alta de lo esperado. Aunque estos objetivos para 2030 probablemente sean más de lo que se requiere en los próximos seis años para mantener el rumbo hacia la neutralidad de carbono, estas tecnologías son esenciales para alcanzar emisiones netas cero", señalan.

Los investigadores precisan que los responsables políticos "tienen razón al apoyar la creación de mercados tempranos para su implementación, pero también deben ser realistas sobre las perspectivas a corto plazo".

Añaden además que la reutilización de ese carbono secuestrado, que sería el último paso de ese sistema, es incierta pues depende del desarrollo de tecnologías como los combustibles sintéticos (e-fuels) que se fabricarían con hidrógeno limpio y CO2 previamente secuestrado.

En líneas generales, los autores del informe subrayan en sus conclusiones "la importancia crítica de adoptar estrategias flexibles y multifacéticas para lograr la neutralidad en emisiones de gases de efecto invernadero para 2050 en toda Europa".

Y añaden que, aunque "la electrificación y el despliegue de energías renovables siguen siendo fundamentales para la descarbonización, lograr estos objetivos requerirá inversiones sustanciales en infraestructura, especialmente en almacenamiento de energía, redes de transmisión y tuberías de hidrógeno".