El cuento de nunca acabar. Desde hace tiempo sabemos que China puede acabar devorando el sector del automóvil europeo, más aún tras la fuerte electrificación en la que está sumida el mercado y que ha permitido que los fabricantes de origen chino entren con fuerza y con muchas más ventajas fiscales a la hora de ofrecer precios competitivos. Pero parece que la paciencia del Viejo Continente empieza a llegar a su fin sobre todo en lo relativo a los subsidios que están teniendo en favor de implantar el coche eléctrico. No obstante, algunos países como Francia ya se han tomado la justicia por su mano y han eliminado cualquier tipo de ayuda gubernamental (el Plan Moves de allí) para los coches eléctricos que provengan del gigante asiático.
Más recientemente, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha anunciado que se investigarán los gravámenes a este tipo de coches para “proteger la industria europea de cualquier competencia desleal”. Una circunstancia que otros mandatarios, en este caso de grupos automotrices como es el caso de Carlos Tavares (Stellantis) o de Oliver Zipse (BMW), llevan tiempo alertando para evitar que los fabricantes chinos copen el núcleo del mercado más importante, el de los coches económicos y asequibles.
Desde CUPRA a Tesla
Pues bien, por si esto no fuera suficiente, ahora el vicepresidente económico de la Comisión y responsable de Comercio, Valdis Dombrovskis, en una entrevista concedida al _Financial Times _y recogida por Europa Press ha echado más leña al fuego asegurando que las marcas extranjeras que exportan desde China a la Unión Europea (UE), incluidas Tesla y los propios fabricantes europeos, serán objeto de investigación para decidir si la industria está recibiendo ayudas injustas por el país asiático.
Dombrovskis ha asegurado que hay “indicios suficientes para llevar a cabo esta investigación”, al tiempo que ha remarcado que “no se limita solo a vehículos eléctricos de marcas chinas, sino que también puede afectar a vehículos de otros fabricantes si reciben subvenciones para la producción”, por lo que también estarían afectados fabricantes como Tesla o Geely, propietaria de la sueca Volvo e incluso en el futuro una marca nacional como CUPRA que fabricará el Tavascan (contacto) en suelo chino.
Por ello, ha asegurado que el viejo continente está “abierto a la competencia en el sector de los vehículos eléctricos”, pero que esta competencia debe ser justa. Asimismo, ha afirmado que probablemente la UE sea el mayor mercado abierto para los fabricantes chinos, ya que otras grandes potencias “ya han introducido aranceles” sobre los coches eléctricos procedentes de China.
galan
27/09/2023