La Comisión Europea ha planteado la posibilidad de eliminar gradualmente las tarifas reguladas de la electricidad, en España el PVPC. El argumento es que distorsionan el mercado y ralentizan la transición a la energía limpia, según cuenta el portal Euractiv.com. Pero ante la reticencia de algunos de los países miembros, el Ejecutivo ha presentado un compromiso en el que se va a realizar una definición común de pobreza energética y así evitar las suspicacias de los sectores sociales. Este es el documento de Bruselas.
Ya en noviembre de 2016, cuando la Comisión Europea presentó su 'paquete de invierno', acordó eliminar gradualmente las tarifas reguladas que se establecían por debajo de los costes de producción y "alentar a los estados miembros a establecer una hoja de ruta para la eliminación de todos los precios regulados" .
El nuevo diseño de mercado propuesto para la electricidad "apunta a garantizar que los precios de suministro estén libres de cualquier intervención pública, y solo con excepciones debidamente justificadas", como ayudar a los hogares más pobres a pagar sus facturas de energía.
El razonamiento de la Comisión es simple: "La regulación de precios puede limitar el desarrollo de una competencia efectiva, desalentar las inversiones y que puedan surgir nuevos actores en el mercado", que eventualmente ejercerán presión sobre las facturas de electricidad.
Además, la rápida caída de los costes de la tecnología significa que cada vez más consumidores podrán reducir sus facturas eléctricas por otros medios, como son los paneles solares en la azotea, las baterías o mediante la rehabilitación de sus viviendas con medidas de eficiencia energética.
Pero el tema puede ser políticamente peligroso. En 2013, el gobierno búlgaro se vio obligado a renunciar a su eliminación tras las protestas masivas por las facturas eléctricas, y en toda la UE, trece países aún tienen regulados los precios de la electricidad, en su mayoría justificados por las preocupaciones de los consumidores sobre el alto precio de la luz o para abordar la pobreza energética.
Por supuesto, abolir los precios regulados no será una tarea fácil. "Las tarifas reguladas se introdujeron cuando el sistema eléctrico comenzó a organizarse como un monopolio", dice Pellerin-Carlin, quien dirige el centro de energía del Instituto Jacques Delors, un grupo de expertos con sede en París, "y cuando tienes un monopolio, como fue el caso en Europa en los años 50 y 60, tienes la posibilidad de que el monopolio abuse de su poder e imponga precios más altos de los que habría en un mercado libre".
Sin embargo, a día de hoy, dice ocurre todo lo contrario, que los precios regulados favorecen principalmente a los jugadores tradicionales al mantener a los competidores fuera del mercado eléctrico, al menos bajo las mismas condiciones. "Lo que los precios regulados hacen esencialmente es mantener el status quo", argumenta, diciendo que deprimen las inversiones en un sector que está atravesando un período de profunda transformación, liderado por la revolución de la energía renovable y la producción descentralizada de electricidad.
Pobreza energética
La propuesta inicial de la Comisión era eliminar gradualmente los precios regulados de la electricidad en un período de cinco años para todos los consumidores, sujeto a una posible extensión en condiciones específicas, pero los estados miembros lo rechazaron rotundamente y eliminaron todas las formas de límites de tiempo para la regulación de precios en su "enfoque general" a la propuesta de la Comisión, adoptada en diciembre de 2017.
El Parlamento Europeo, por su parte, votó a favor de un plazo de cinco años como regla general y un plazo de diez años para los consumidores vulnerables.
En estos momentos, se están negociando en los trílogos la Directiva de Diseño del Mercado Eléctrico y la Comisión ha puesto dos opciones sobre la mesa: ya sea una nueva fecha límite de siete años para acabar con los precios regulados y dejarlos residuales dirigidos únicamente a los "consumidores vulnerables" o bien que directamente se apliquen los precios regulados a los consumidores vulnerables.
"Un límite de tiempo común para todos los estados miembros para eliminar gradualmente toda regulación de precios garantizaría la previsibilidad para las empresas y aceleraría la finalización del mercado interior de la energía", argumenta la Comisión Europea en un documento de compromiso, obtenido por EURACTIV.
Manuel Garcia
15/11/2018