Europa lanza su Ley de Industria 'Net Zero' para competir con China y EEUU

El Consejo y el Parlamento Europeo llegaron en el día de ayer a un acuerdo provisional sobre la Ley de Industria 'Net Zero' (NZIA, por sus siglas en inglés), un reglamento destinado a fortalecer el ecosistema europeo de fabricación industrial de tecnologías con balance cero, con el objetivo de cumplir los ambiciosos objetivos climáticos de la Unión Europea (UE) y competir directamente con potencias económicas como China y Estados Unidos en la carrera hacia la neutralidad climática.

Una de las características más destacadas de la NZIA es la creación de una lista única de tecnologías con balance cero, junto con criterios rigurosos para seleccionar proyectos estratégicos que contribuyan de manera significativa a la descarbonización. Esta medida garantiza que los esfuerzos y recursos se centren en las tecnologías más prometedoras y efectivas para alcanzar los ambiciosos objetivos climáticos de la Unión Europea.

Cualificación, innovación y producción

La NZIA tiene como objetivo facilitar las condiciones para invertir en tecnologías verdes, simplificando los procedimientos de concesión de permisos y apoyando proyectos estratégicos. Además, se propone mejorar la cualificación de la mano de obra europea en sectores clave mediante la creación de academias especializadas en industrias 'net zero'. Todo ello se enmarca dentro de una plataforma que coordine las acciones de la UE en este ámbito, fomentando la colaboración y el intercambio de conocimientos.

Para estimular la innovación, la ley propone la creación de marcos normativos favorables al desarrollo y validación de tecnologías innovadoras, conocidos como "areneros normativos". Esto permitirá acelerar la llegada al mercado de soluciones vanguardistas que impulsen aún más la transición hacia una economía baja en carbono.

El acuerdo establece también dos puntos de referencia indicativos para medir el progreso hacia los objetivos de la ley: alcanzar el 40% de la producción necesaria para cubrir las necesidades de la UE en productos tecnológicos estratégicos, y comparar esta producción con la del resto del mundo en sectores clave como energía solar, eólica y almacenamiento de energía. La propuesta también establece un objetivo específico para la captura y almacenamiento de CO2, con una capacidad de inyección anual de al menos 50 millones de toneladas que se alcanzará de aquí a 2030.

Tramitación de los proyectos

En cuanto a los aspectos prácticos, el acuerdo garantiza procesos rápidos de concesión de permisos para proyectos de tecnología neta cero, con plazos máximos de 18 meses para proyectos de gran escala y 12 meses para proyectos más pequeños. Se establecen plazos aún más cortos para los proyectos estratégicos, asegurando así una implementación ágil y eficiente.

Además, se fomentará el desarrollo de "valles" de aceleración neta cero, territorios especializados en tecnologías específicas, con el objetivo de crear clústeres industriales que impulsen la reindustrialización de regiones y aumenten la competitividad de la UE como destino para actividades manufactureras.

Sostenibilidad para la adjudicación

En el ámbito de la contratación pública, se establecen normas claras y transparentes para garantizar que las autoridades adquieran bienes, obras y servicios relacionados con tecnologías estratégicas de balance cero. Se priorizará la sostenibilidad medioambiental y la resiliencia, especialmente en aquellos casos donde exista una dependencia significativa de terceros países.

Además, el acuerdo prevé subastas para el despliegue de energías renovables, con criterios de adjudicación que no estén exclusivamente relacionados con el precio, promoviendo así la innovación y la integración de sistemas energéticos avanzados. Estos criterios tendrán que aplicarse al menos al 30% del volumen subastado cada año por Estado miembro.