Las autoridades francesas se preparan para adoptar la semana próxima un paquete de medidas de ahorro energético para atajar las posibles consecuencias de una penuria provocada por el incremento de la demanda eléctrica por la fuerte ola de frío prevista, indicó hoy la empresa que gestiona el tráfico eléctrico.
Las previsiones meteorológicas que maneja RTE, empresa pública que controla la red de tráfico eléctrico, señalan que hasta el lunes próximo está garantizado el suministro eléctrico, por lo que no será necesario recurrir a medidas excepcionales.
Pero a partir del martes próximo se espera un recrudecimiento de las bajas temperaturas que pueden provocar un incremento de la demanda eléctrica y generar problemas de suministro.
Francia tiene unos medios de producción "históricamente bajos" en este mes de enero, según declaró a Efe un portavoz de RTE, debido a que siete reactores nucleares están parados para ser sometidos a verificaciones técnicas.
Son cinco reactores más de los que se encontraban en parada técnica hace un año, lo que supone una gran pérdida para un país que confía en la energía atómica la producción de tres cuartas partes de su electricidad.
Esa caída de la oferta coincide con un previsible incremento de la demanda por la ola de frío.
En Francia, según los cálculos de RTE, por cada grado de menos que se registra en las temperaturas con respecto a la media de la temporada invernal el incremento del consumo es de 2.400 megavatios, el equivalente al consumo de Marsella y Lyon juntos.
Por ello, de confirmarse la caída de las temperaturas, RTE pondrá en marcha un protocolo de medidas de ahorro que entrarían en funcionamiento de forma paulatina.
En un primer momento, la empresa lanzaría mensajes a los particulares para que moderen el consumo eléctrico en las horas punta, de 8 a 13 por la mañana y sobre las 19 horas. Con esa medida, RTE espera ahorrar unos 3.000 megavatios.
De continuar los problemas, RTE tiene firmado un contrato con 21 plantas industriales del país para poder interrumpir el suministro durante un periodo de tiempo determinado, con lo que el ahorro sería de 1.500 megavatios suplementarios.
La tercera medida del protocolo supone la bajada de la tensión de la red un 5 %, imperceptible para el consumidor pero que permite ahorrar otros 4.000 megavatios.
El último fusible del dispositivo prevé los cortes eléctricos a determinadas zonas del país de no más de 2 horas de duración y de forma rotativa.
Deja tu comentario
Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Todos los campos son obligatorios