Gobierno y empresarios coinciden en que España es "el futuro del hidrógeno renovable" en Europa

La secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen, y directivos de empresas del sector gasista como Enagás, Naturgy, Redexis y Nortegas, han coincidido en que España es "el futuro del hidrógeno renovable" en Europa, una reflexión que ha tenido lugar en el marco de la reunión anual de la Asociación Española del Gas (Sedigas), que se celebra este martes.

En una de las mesas de debate del encuentro, centrada en el gas como vector estratégico para la seguridad y la transición energética, el consejero delegado de Enagás, Arturo Gonzalo Aizpiri, ha destacado que **"**España es la gran esperanza de Europa en hidrógeno verde".

La inversión en hidrógeno

En esa línea, y en referencia al aumento del objetivo de consumo de hidrógeno verde**** en la Unión Europea de cara a 2030 (que pasa de 5 millones de toneladas a 20 millones) incluido en el plan Repower EU presentado por la Comisión Europea para paliar la dependencia energética de Rusia, Aizpiri ha destacado que España es, "con gran diferencia", el país del bloque que más puede aportar a esa meta debido a sus recursos, territorio, tecnología y sector empresarial.

En términos similares se ha expresado Aagesen en la apertura de la reunión anual de Sedigas al destacar la capacidad de regasificación de España, que cuenta con seis plantas operativas, la gran diversificación de rutas de abastecimiento y la variedad de países suministradores de gas con la que cuenta.

"España es un 'hub' del GNL (gas natural licuado) que tenemos que maximizar y apoyar para ser solidarios con Europa (...) Somos presente y futuro del hidrógeno renovable del resto de nuestros colegas europeos", ha resaltado la secretaria de Estado de Energía.

Por su parte, el consejero delegado de Nortegas, Javier Contreras, más allá de destacar que España cuenta con unas infraestructuras gasistas "de primer nivel", ha incidido en que faltan interconexiones con el resto de Europa para ayudar a que el gas natural llegue al resto de países.

La transición energética

"Hay una cosa que falta por parte de la UE. Durante muchos años se han emitido señales regulatorias y de política energética muy negativas hacia el gas natural(...) Si realmente creemos que es un elemento indispensable para la transición energética tenemos que dar señales muy claras y contundentes que hagan que las compañías y los países que están haciendo prospección de gas natural las lean adecuadamente y aumenten la oferta", ha pedido Contreras.

Por su parte, el presidente de Sedigas, Joan Batalla, también ha instado en su discurso de apertura a que España siga trabajando con la Comisión Europea (CE) para aprovechar las oportunidades nacionales en cuanto a gases renovables.

De hecho, ha recordado que los informes de la CE otorgan a España un potencial de generación de biometano de 122 teravatios hora (TWh), "un tercio de la demanda de gas natural que puede ser descarbonizada inmediatamente de la mano del biometano".

Hoja del ruta del biogás

En cuanto a la hoja de ruta del biogás aprobada por el Gobierno el pasado marzo, el consejero delegado de Redexis, Fidel López, ha opinado que se trata de un "buen primer paso", aunque ha matizado los objetivos que se han marcado están "muy lejos" del potencial real que tiene España.

"Estamos hablando de entre un 1% y un 1,5% de la demanda de gas natural en 2030, cuando en la UE se ha establecido ya un 8,5% y vemos que no hay problema para poner un 10%. Tenemos que poner unos objetivos más ambiciosos", ha aseverado.

La hoja de ruta del biogás identifica los retos y oportunidades del desarrollo de este gas de origen renovable y plantea multiplicar por 3,8 su producción hasta 2030, superando los 10,4 TWh, según los cálculos del Gobiernos.

López también ha valorado el sistema de garantías de origen del biogás, un instrumento que permite a los consumidores distinguir si este es de procedencia verde o fósil, y ha destacado que echa en falta que se "exija a alguien" para que tenga un "valor" en el mercado nacional y se genere demanda, por lo que aboga por la obligatoriedad de que un porcentaje del gas que se consuma sea de origen renovable.

Por su parte, Contreras ha opinado sobre ese último aspecto que una forma de darle valor a esas garantias de origen es permitir que las compañías o las empresas que están sujetas al régimen de derechos de emisión y que, por tanto, tienen que pagar por emitir CO2 en sus procesos productivos, puedan utilizarlas "para redimir derechos de CO2" y ahorrar dinero por ese lado. "Eso va a incentivar de forma significativa el desarrollo del biometano y del hidrógeno verde", ha agregado.