El presidente del grupo Bosch en España, Javier González Pareja, señala en una entrevista con EFE que "la alternativa eléctrica es muy válida, pero no hay que excluir otros tipos de motores de combustión", porque aún "no ha llegado el momento en el que el coche eléctrico sea una alternativa total".
Bosch, que en España tiene nueve fábricas, es el mayor fabricante de componentes automovilísticos del mundo y también es el propietario de las marcas de electrodomésticos Bosch, Siemens, Balay, Ufesa.
Pregunta: Bosch ha desarrollado un nuevo motor diésel que emite diez veces menos óxido de nitrógeno (NOx) que los límites para el 2020, ¿en qué consiste?
Respuesta: Los ingenieros de Bosch han conseguido reducir a 13mg de NOX por km recorrido las emisiones cuando en el 2020 el límite va a estar en 120mg. Esto se consigue con componentes que ya están, no tenemos que desarrollar nuevos componentes y el cambio fundamental es ver cómo se trata la recirculación de gases en el motor.
El desafío en el tráfico de ciudad es el tiempo de calentamiento del motor y lo que se hace, por una parte, es que se pueda mantener a una temperatura más o menos constante por encima de los 200ºC y así mantener el ciclo más bajo y, por otra parte, turbocompresores adaptados que sean capaces de dar una respuesta mucho más rápida.
P: ¿Han presentado esta tecnología a las autoridades de homologación?
R: Hemos hablado primero con los clientes, que son los que tienen que comprar esta tecnología, y esta tecnología está homologada porque son componentes ya existentes, no se va a inventar ningún componente nuevo.
Tenemos que conjugar los factores técnicos, que es nuestra principal responsabilidad, y ver los factores políticos y sociales. Obviamente si mañana hay una serie de ciudades que quieren limitar una determinada tecnología, habrá que ver cómo se consigue a corto plazo que la energía eléctrica sea un sustitutivo total de otros tipos de energía.
Como consumidor, cuando nos planteamos comprar un coche eléctrico, queremos que sea una alternativa económica, que exista una red de carga y que la carga no dure más de 15 minutos. Como cuando ponemos gasolina o gasóleo.
P: Bosch fue demandada en EEUU en un proceso civil por la manipulación y en Alemania tuvo varias demandas, una por ayuda al engaño en la manipulación de las emisiones de gases en los motores diésel. ¿Cuál es la situación?
R: Bosch llegó a un acuerdo en EEUU con un pago de 330 millones de dólares con un grupo de demandantes. Sobre los procedimientos abiertos no nos pronunciamos.
P: En septiembre de 2015 salió a la luz que Volkswagen utilizó un software de desactivación de dispositivos para manipular las emisiones de NOx y CO2, ¿cómo pudo ocurrir?
R: Como primer fabricante mundial de componentes automovilísticos vendemos a los clientes alemanes y a los no alemanes. Lo que es un hecho es que la tecnología se puede utilizar en varios aspectos. Nosotros satisfacemos las necesidades de nuestros clientes y ellos son los que integran los sistemas dentro de sus vehículos.
P: ¿Ha dañado al sector automovilístico alemán?
R: Ha sido un daño de confianza. Las matriculaciones de vehículos con motor diésel han bajado en algunos países, en España más de un 10 % en un año.
P: ¿Qué consecuencias tiene para Bosch el nuevo procedimiento de ensayo de vehículos ligeros armonizado a nivel mundial, que se realiza en carretera y no en laboratorio como antes?
R: Cuanto más estrictas sean las normas, mayor es el reto tecnológico para nuestros ingenieros. Nos gustaría verlo como una oportunidad.
Para cumplir la legislación de 2020 de emisiones NOx y de CO2, necesitamos la tecnología eléctrica y la de combustión, gasolina y diésel. La legislación tiene que ir a la par de la técnica, la está acelerando pero no la puede imponer de un día para otro.
P: ¿Qué planes tienen en España?
R: En Madrid vamos a lanzar en verano el servicio para compartir motos eléctricas, que empezó en Berlín en 2016, en París en junio de 2017, y analizaremos un posterior lanzamiento en otra ciudad como, por ejemplo, Barcelona.
P: ¿Se han visto afectados por la situación política en Cataluña?
R: En España como en otro país, una empresa quiere estabilidad política y económica a largo plazo. Cuanta mayor estabilidad política y económica exista, mejor es el clima empresarial y social.
Bosch tiene cinco localizaciones en Cataluña, de ellas dos fábricas, una en Tarragona y otra en Barcelona. No hemos tenido ningún problema adicional los últimos meses. Bosch apuesta claramente por Barcelona, donde opera un centro de comunicaciones para todo Europa del sistema e-Call (la llamada de emergencia en accidentes de tráfico) y está una oficina de Bosch Rexroth. Bosch compró el año pasado ITK, una compañía alemana de software, y tenemos un centro en Barcelona, que vamos a expandir durante los próximos años.
Una entrevista de Arantxa Iñiguez para la Agencia EFE.
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