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Los detractores del proyecto del Salto de Chira han ido quemando diferentes etapas en su oposición al desarrollo de esta infraestructura que será crucial para la descarbonización de la isla de Gran Canaria. De los diferentes intentos para frenar el proyecto en las distintas instancias judiciales locales, saltaron a las instancias europeas donde recibieron un soberano varapalo.

Se continuó con el intento por parte de supuestos “expertos”, de desprestigiar técnicamente las centrales hidroeléctricas reversibles, como instalaciones obsoletas y que ya nadie usa en el mundo, olvidando que, a nivel nacional e internacional, existen un sinfín de proyectos en marcha, precisamente por su papel integrador de las energías renovables, en un momento en que la lucha contra el cambio climático las vuelve esenciales.

Prosiguieron con el hecho de que en caso de que estas instalaciones tuvieran algún sentido sería en lugares donde hubiera ríos, olvidando nuevamente que estas centrales se clasifican en centrales de agua fluyentes y las de “bombeo puro”, siendo estas últimas las que no tienen aportes fluyentes en ninguno de sus depósitos, como será el caso que nos ocupa. De esta manera se acumulan toda una suerte de intentos infructuosos de argumentar un “NO” tajante al bombeo entre las presas de Chira y Soria, que no se justifican en medida alguna.

Desprestigiar a Gorona del Viento

El último envite ha consistido en intentar desprestigiar su antecesor más cercano, como es Gorona del Viento en el Hierro, con la esperanza de que, si se consigue, se podría poner en duda la viabilidad de su hermano mayor en Gran Canaria. Una vez más la falta de rigor técnico ha puesto en evidencia lo falaz de sus argumentos, obviando los principios fundamentales de cualquier sistema eléctrico de potencia, llegando a aseverar cuestiones tan peregrinas como que un parque eólico puede abastecer directamente una demanda sin que medie ninguna otra tecnología.

Desde estas mismas páginas se ha hecho un esfuerzo por intentar explicarles cuestiones básicas tales como gestionabilidad de la generación eléctrica, estabilidad dinámica entre la generación y la demanda o la necesidad de no rebasar ciertos límites en la relación entre generación gestionable y la no gestionable. Pero dado que todos estos esfuerzos han caído en saco roto, vamos a intentar dar un nuevo enfoque a nuestros planteamientos, aún sabiendo de antemano que el “Anti Salto de Chira” ya se ha vuelto más una religión que un debate tranquilo y sosegado, donde los argumentos técnicos han pasado a un segundo plano.

El nuevo planteamiento va a tirar de un recurso muy socorrido en el mundo tecnológico como es el análisis comparado entre estructura similares. En este caso se ha llevado a cabo un estudio de los sistemas eléctricos del Hierro y de La Gomera, que si bien no son exactamente iguales si se asemejan bastante. La base del estudio son los datos proporcionados por Red Eléctrica en su página web referentes a los seis primeros meses del año 2024.

Gorona del Viento cumple 10 años y lo hace como modelo de especulación en Canarias
La realidad es que Gorona sólo ha alcanzado el 35% de la demanda eléctrica insular. El 65% restante de la demanda de El Hierro lo continúan suministrando los combustibles fósiles.

Comparativa con Gomera

El sistema eléctrico de la isla de La Gomera se caracteriza por tener una potencia instalada de 21,2 MW en Grupos Diésel, 13,5 MW de eólica, una generación anual de 72.000 MWh y con puntas del entorno de los 11 MW.

Por su parte el sistema eléctrico de la isla del Hierro se caracteriza por tener una potencia instalada de 14,9 MW en grupos Diesel y el complejo Gorona del Viento compuesto por 5 aerogeneradores con una potencia total de 11,5 MW y una central hidroeléctrica reversible compuesta por un bombeo de 6 MW y una turbinación de 11,32 MW. Su generación anual es de 58.000 MWh y con puntas del entorno de los 8 MW.

El análisis realizado lo podemos resumir en las siguientes gráficas:

Lo primero que llama la atención es la cantidad de eólica que puede admitir el sistema en un momento dado. Mientras que el Hierro puede admitir puntas de hasta 10,1 MW, La Gomera solo permite la entrada de 2,5 MW como aporte máximo de la eólica (Gráfico superior izquierdo).

La diferencia: la central de bombeo

Motivado por lo anterior se puede apreciar el enorme desfase entre la energía aportada por la eólica entre las dos islas, siendo más acusada en los meses de más viento que suele ser los meses centrales del año. De esta manera en el mes de junio mientras que en el Hierro la generación eólica se fue hasta los 3.741 MWh en la Gomera apenas se alcanzó los 750 MWh (Gráfico superior derecho).

Lógicamente si hay una mayor participación de la eólica las emisiones también se van a ver afectadas y de esta manera en el mes de junio mientras La Gomera emitía 3.257 toneladas de CO2equiv, el Hierro se quedaba en tan solo 1.128 toneladas de CO2equiv. (Gráfico inferior izquierdo).

Obviamente se puede argumentar que como La Gomera necesita más energía es lógico que contamine más. Pues bien, volviendo al mes de junio, aunque la demanda del Hierro fue un 77% de la demanda de La Gomera, sin embargo, sus emisiones se quedaron a tan solo el 35% de las de La Gomera (Gráfico inferior derecho).

Como decimos todos estos datos provienen de elaboración propia, basado en los aportados por Red Eléctrica. Sin embargo, si nos vamos al Anuario Energético de Canarias 2022, podemos comprobar que el consumo de combustible del sistema eléctrico de La Gomera se sitúa, para el año 2022 en 15.800 toneladas, mientras que para El Hierro en ese mismo año tenemos un consumo de 5.900 toneladas, es decir, un 37% del consumo del sistema herreño frente al de la isla colombina. Si se analizan los históricos del consumo de combustible se observa como en El Hierro este consumo cae cerca de la mitad, precisamente a partir del año 2015, año de entrada de Gorona del Viento.

Naturalmente todos estos datos no vienen dados por cuestiones de azar, por cuestiones conspiranoicas como que el operador del sistema penaliza la eólica en un lado frente a otro para conseguir no se sabe bien que fin o por otras circunstancias casuales o buscadas, sino vienen dados por el hecho dIferencial de que en una isla hay una central hidroeléctrica reversible de bombeo puro y en la otra no, simple y llanamente y pese a quien le pese.

Rafael Hernández González es ingeniero industrial vinculado a la generación de energía eólica y miembro de Salto a la Transición ecológica.

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2 comentarios

  • Verde Claro

    16/09/2024

    Gorona del Viento, no está cumpliendo las expectativas fijadas por los dirigentes herreños, que no era otra que alcanzar el 100 % renovables, haciendo a la isla del El Hierro, un territorio sostenible eléctricamente.

    Todavía me acuerdo del análisis de los ingenieros que participaron en el proyecto, que dijeron en su día, que los máximo del diseño actual, sería alcanzar el 67 %.

    Los porcentajes de renovables año tras año les ha dado la razón, los dirigentes herreños si han vendido muy bien este proyecto.

    Los datos comparativos con La Gomera son ciertos, ignoro que está pasando en isla vecina, pero son impresentables.

    No es admisible justificar los malos datos de Gorona, cuando han soplado los vientos alisios en El Hierro, se han generado muchas horas seguidas 100 % renovable, sin ir más lejos el día 13.9.24 se generó el 90 % con eólica y se bombeo 50 Mwh la estabilidad de la red, se podría haber logrado con la turbinación, que no se empleó.

    Hoy no toca, que hay que añadir o mejorar en Gorona del Viento, para que el avance no se detenga.
  • José Juan Sanso Fernandez

    16/09/2024

    ¿Por qué las Administraciones responsables tardan tanto en instalar los 10 MW de fotovoltaica previstos en El Hierro?

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