El Gobierno de Grecia ha anunciado que han finalizado las obras de un cable eléctrico submarino que conecta el continente con la isla griega de Creta, un enlace que se espera poder ampliar para incluir Chipre e Israel hasta finales de la década.
La interconexión, de unos 330 kilómetros y con un presupuesto de 1.100 millones de euros, entrará operativa este verano y supondrá un ahorro de 550 millones al año para los consumidores griegos, informó este martes el portal griego ienergeia.gr.
La finalización de la obra termina también con el "aislamiento energético" de la isla más grande de Grecia, que da ahora un paso para convertirse en "pilar fundamental de la transición energética" del país, señaló el ministro de Medio Ambiente y Energía, el conservador Stavros Papastavru.
La obra ha tenido un coste de 1.000 millones de euros, que han sido financiados en su mayor parte por la Unión Europea mediante subvenciones y préstamos.
"Estamos avanzando con éxito en el desarrollo de una red integrada de interconexiones eléctricas, consolidando a nuestro país como un centro energético estratégico en el Mediterráneo Oriental", recalcó Papavstavru.
De hecho, el Gobierno del primer ministro conservador Kyriakos Mitsotakis aspira a ampliar el enlace eléctrico, denominado 'Gran Interconector Marítimo', a Chipre e Israel hasta finales de la década.
La interconexión de Grecia
Sin embargo, esta proyectada ampliación se ha visto dificultada hasta el momento por desacuerdos financieros y una disputa sobre la delimitazión de zonas marítimas en el Mediterráneo oriental entre Grecia y Chipre, por un lado, y Turquía, por otro.
Aparte de su dimensión geoestratégica, la interconexión entre Creta y la región capitalina de Ática pretende reforzar la diversificación energética después de la invasión rusa en Ucrania.





Asimov
28/05/2025