La organización ambientalista Greenpeace ha advertido de que la dotación del fondo destinado a la gestión de residuos radiactivos y futuros desmantelamientos de centrales nucleares resulta "insuficiente" puesto que "sólo alcanza para financiar el 30% del coste".
En su informe "El inevitable cierre de las centrales nucleares españolas: una oportunidad económica y social" presentado, los responsables de esta ONG recuerdan que las inversiones vinculadas al desmantelamiento de las centrales son públicas y se llevan a cabo con dinero ya recaudado pero la cifra actual es de 4.200 millones de euros "frente a los 22.200 millones de euros requeridos, según cálculos del Tribunal de Cuentas".
El director de Greenpeace, Mario Rodríguez, ha calificado el fondo como "infradotado" ya que con él "no podría afrontarse una situación crítica" y ha denunciado a las compañías eléctricas por la existencia de este "enorme agujero que estas empresas no han pagado".
Con este estudio, el grupo ecologista pretende introducir el futuro de las centrales nucleares en España en el debate de investidura que comienza este mismo miércoles instando, en palabras de Rodríguez, a que "no se conceda la licencia de explotación a los reactores nucleares operativos" a medida que vayan finalizando las concesiones, entre 2021 y 2024.
Para Raquel Montón, responsable de la campaña Nuclear de la organización, el plan vigente de residuos radiactivos es "obsoleto", a pesar de la actualización agregada por la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa) en junio de 2015.
Montón reconoce que "las eléctricas sí están pagando las tasas, pero éstas son insuficientes" y por ello ha instado a modificar el modelo de recaudación por otro "más apropiado" ya que "mientras el fondo disponible no alcanza, las empresas propietarias de las centrales ingresaron por la producción nuclear 30.837 millones de euros entre 2005 y 2015, con unos beneficios netos totales de 72.150 millones de euros".
Greenpeace ha insistido en que el cierre gradual de las centrales nucleares tendría "un claro impacto positivo en términos ambientales y de seguridad", además de suponer un "importante incentivo" para la economía española y la creación de empleo.
Según su informe, las actuaciones ligadas al desmantelamiento, la gestión de los residuos y la sustitución de la energía nuclear por otras fuentes "supondrían la creación neta de unos 300.000 empleos, de los que 100.000 corresponden al desmantelamiento de las nucleares y 200.000 a la instalación de nueva potencia renovable".
La ONG ha organizado cinco carreras populares simultáneas en las poblaciones cercanas a las centrales nucleares el próximo domingo 30 de octubre, con objeto de recoger apoyo ciudadano contra la industria nuclear.
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