Greenpeace Energía emprenderá acciones legales contra la Comisión Europea por la aprobación de la ayuda estatal para una planta de energía nuclear en Gran Bretaña, valorada en 22.000 millones de euros, ya que amenaza la competencia.
El proyecto, que será construido por empresa francesa EDF en Hinkley Point en el suroeste de Inglaterra, es crucial para el plan de Gran Bretaña para reemplazar una quinta parte de sus centrales nucleares y de carbón de envejecimiento en la próxima década y reducir las emisiones de carbono.
El plan para pagar un precio garantizado para la energía producida en la planta enfrenta la oposición de algunos otros países y algunos políticos de la UE, así como algunos otros proveedores de energía.
"La energía nuclear de esta planta distorsionará notablemente la competitividad europea", dice Soenke Tangermann, director general de Greenpeace Energía, que se describe como la mayor cooperativa de energía independiente nacional de Alemania.
Tangermann asegura que las ayudas a Hinkley afectará a los precios en la bolsa de energía alemana, y también podría sentar un precedente. "Este efecto tendrá consecuencias económicas para los proveedores de energía verde comprometidos como nosotros", dijo en un comunicado.
"A diferencia de lo que dice el primer ministro británico, David Cameron, un regalo de impuestos de miles de millones para el nuevo reactor en Hinkley Point no es sólo un asunto puramente británico".
El grupo presentará un motivo de anulación ante el Tribunal Europeo de Justicia de Luxemburgo (TUE), tan pronto se publique la aprobación de la ayuda definitiva de la Comisión, cuenta Euractiv.
En enero, Austria fue la primera que amenazó a Reino Unido y a la Comisión para llevar a los tribunales el caso y se niega a que la UE financie este tipo de proyectos.
La batalla nuclear está abierta, al menos en los tribunales.
Daniel Pérez
06/03/2015