El director general del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, inició este martes su quinta visita a Japón con el fin de supervisar la tierra contaminada tras el desastre de Fukushima y visitar la central nuclear de Kashiwazaki-Kariwa (KK), la mayor del mundo por capacidad.
El responsable del organismo de control atómico de las Naciones Unidas llegó hoy al país asiático con el objetivo principal de inspeccionar una instalación de almacenamiento de tierra contaminada tras el desastre nuclear de Fukushima en 2011.
Grossi realizará esta visita el miércoles y verá por primera vez este suelo contaminado, mientras que el Ejecutivo japonés debate sobre cómo deshacerse del mismo.
Tras el desastre, se retiraron aproximadamente 13 millones de metros cúbicos de tierra y 300.000 metros cúbicos de ceniza orgánica de toda la prefectura de Fukushima como parte de los esfuerzos de descontaminación.
Japón tiene previsto reciclar alrededor del 75% del suelo extraído tras el accidente, en concreto, aquellas partes cuyos niveles de radiación son bajos y que podría ser utilizado para proyectos de ingeniería civil, como la construcción de carreteras.
En un informe sobre esta cuestión el pasado septiembre, el OIEA dijo que el "enfoque de Japón para el reciclaje y la eliminación del suelo y los residuos radiactivos es coherente con las normas de seguridad del OIEA".
Los trabajos en Fukushima
El OIEA, asimismo, está supervisando el vertido controlado al Pacífico de agua contaminada y procesada desde la accidentada central de Fukushima Daiichi, una descarga que comenzó en el verano de 2023 entre protestas de los pescadores locales y de países vecinos, principalmente China.
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