Las empresas japonesas reiniciaron en 2024 otros dos reactores nucleares que habían sido suspendidos en respuesta al accidente de Fukushima Daiichi de 2011, lo que eleva a 14 el número total de reactores reiniciados desde el accidente. En noviembre, Tohoku Electric Power Co. volvió a poner en marcha su reactor Onagawa Unit 2 de 796 megavatios (MW), y en diciembre Chugoku Electric Power Co. volvió a poner en marcha su Shimane Unit 2 (789 MW). Onagawa es la central nuclear situada más cerca del epicentro del terremoto y tsunami de marzo de 2011.
Japón ha reiniciado 14 reactores nucleares desde el accidente de Fukushima en 2011
Según el borrador del séptimo plan energético a largo plazo de Japón, la energía nuclear debería representar el 20% del suministro energético del país en 2040


La mayoría de los reactores reiniciados han sido reactores de agua a presión (PWR) situados en el oeste de Japón. La Unidad 2 de Onagawa y la Unidad 2 de Shimane, por el contrario, son los primeros reactores de agua en ebullición (BWR) que se vuelven a poner en marcha. La Unidad 2 de Onagawa es también el primer reactor de la parte oriental del país que se vuelve a poner en marcha. El regulador nuclear japonés dio prioridad a la reanudación de los PWR debido a las preocupaciones de seguridad pública en relación con la tecnología BWR, que es el diseño de las unidades de Fukushima Daiichi.
Tras el accidente de Fukushima Daiichi de 2011, Japón suspendió su parque nuclear de 2013 a 2015 para someterlo a revisiones y mejoras de seguridad obligatorias. Antes del accidente, funcionaban en Japón 54 reactores nucleares comerciales, y la energía nuclear representaba aproximadamente el 30% de la generación de electricidad del país. Los reinicios nucleares han avanzado lentamente desde que se reiniciaron las dos primeras unidades (Unidades 1 y 2 de Sendai) en 2015. Los reinicios han sido lentos debido a una inspección de seguridad y un proceso de autorización significativamente más estrictos establecidos tras el accidente y a las órdenes judiciales locales derivadas de las continuas preocupaciones de seguridad pública en algunas regiones. Sin embargo, el apoyo público a la reanudación ha ido creciendo en Japón en los últimos tiempos.
Según el actual proceso de reinicio, una vez concedidas las autorizaciones reglamentarias, se consulta a los gobiernos municipales y prefecturales locales antes del reinicio. Además de los 14 reactores ya reiniciados, otras tres unidades (la Unidad 6 y la Unidad 7 de Kashiwazaki-Kariwa y la unidad Tokai Daini) han recibido la aprobación reglamentaria para reiniciarse, pero aún no lo han hecho. Tohoku Electric Power anunció en 2018 que la Unidad 1 de Onagawa sería desmantelada en lugar de modernizada, pero la empresa de servicios públicos planea solicitar la aprobación para reiniciar la Unidad 3 de Onagawa. El reinicio de otras 10 unidades está bajo revisión regulatoria.

La suspensión del parque nuclear japonés tras el accidente de Fukushima aumentó significativamente la dependencia de las importaciones de gas natural, petróleo y carbón para compensar la pérdida de generación nuclear nacional. También aumentó significativamente la capacidad instalada de generación solar fotovoltaica en el país, según datos del Ministerio de Economía, Comercio e Industria de Japón. Japón dispone de recursos limitados de combustibles fósiles e importa prácticamente todos los que utiliza. En consecuencia, Japón es el segundo importador mundial de gas natural licuado (GNL) después de China y el tercero de carbón.

Como parte del sexto plan energético a largo plazo de Japón, actualizado por última vez en octubre de 2021, el gobierno central pidió que la cuota nuclear de la generación eléctrica del país alcanzara el 20%-22% en 2030. En 2023, la energía nuclear representaba alrededor del 6% de la generación eléctrica de Japón. El 17 de diciembre de 2024 se publicó un borrador del séptimo plan energético a largo plazo de Japón, según el cual la energía nuclear debería representar el 20% del suministro energético del país en 2040.
La política actual de Japón pretende maximizar el uso de los reactores existentes reiniciando tantas unidades como sea posible y ampliando la vida operativa autorizada más allá del límite actual de 60 años. El país también planea desarrollar reactores de nueva generación en cooperación con la industria manufacturera nacional y las empresas eléctricas.
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- Brillante información...
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Julio Enrique Zegarra Balboa
13/01/2025