Los ánimos están muy encendidos tras el cambio de gobierno en el Ayuntamiento de Madrid y el proyecto de la anterior edil Manuela Carmena 'Madrid Central'. Se ha desatado una auténtica guerra dialéctica entre los miembros del gobierno central, los partidos que gobiernan la capital y los movimientos ecologistas. Y todo porque, como siempre, depende de cómo se lean los datos, ya que puede dar lugar a unas conclusiones u otras.
El punto de inflexión ha sido la comunicación lanzada por el ayuntamiento en donde se decía que la contaminación había aumentado en 19 de las 24 estaciones desde la puesta en marcha de Madrid Central hace ocho meses justo al mismo tiempo que Ecologistas en Acción publicaba una información en la que aseguraba que el segundo trimestre de 2019 había sido el de más baja contaminación desde que se tiene registros, es decir, una década.
¿En qué quedamos? ¿Se ha contaminado más o menos que nunca? Según han explicado fuentes del Ayuntamiento de Madrid a El Periódico de la Energía, "los datos no engañan, se puede ver que la calidad del aire ha empeorado en 19 de las 24 estaciones de medición de la red de la capital desde la puesta en marcha de Madrid Central, el 30 de noviembre de 2018, hasta el pasado 18 de junio de 2019, en comparación con el mismo periodo del año anterior".
"Las estaciones en las que más se han elevado los niveles de NO2 son las de El Pardo, Casa de Campo, Plaza de España, Sanchinarro, Villaverde, Plaza Elíptica y Ensanche de Vallecas, la gran mayoría de ellas situadas en la periferia", aunque ciertamente Plaza del Carmen, la estación donde todos han puesto sus ojos para observar los efectos de la reducción de entrada de vehículos a la almendra central, ha sido la que más ha descendido, hasta un 17%, seguida de otras dos estaciones muy cercanas, la del Retiro y Castellana.
"Las comparaciones en meteorología nunca se hacen un año con otro", explica Juan Barcena, portavoz del área de Calidad del Aire de Ecologistas en Acción, "porque los datos recogidos cada año o cada mes en los Servicios de Vigilancia no solo dependen de la cantidad de coches que han circulado o de lo que hayan emitido, sino de las condiciones meteorológicas, es decir, que el Ayuntamiento lo que ha hecho es hacer un promedio de las emisiones de todos los meses entre noviembre de 2017 y junio de 2018 y lo compara con un periodo meteorológicamente opuesto. O lo que es lo mismo, compara un periodo muy húmedo (por ejemplo mayo de 2018 fue el cuarto mes más lluvioso de este siglo) con otro especialmente muy seco. De hecho, 2019 se está convirtiendo en el tercer año más seco del siglo XXI".
"Pese a todo, si aún así quieren comparar un año con otro solo deberían comparar el segundo trimestre de 2019 porque es el único periodo en el que Madrid Central ha funcionado con multas, los meses previos eran de prueba", continúa Barcena, "además, los meses de enero y febrero de 2019 han sido los más secos en 40 años, e incluso se tuvo que activar hasta en tres ocasiones el protocolo anticontaminación, algo inusual".
"Es decir que se mete a todos los meses en el mismo saco, para que aparezca la 'distorsión' de enero y febrero. Si lo hicieran desde marzo cambiaría mucho el cuento y si solo lo hicieran con el segundo trimestre la cosa sería de escándalo".
No solo son los ecologistas los que defienden esta tesis. Según un estudio de la Universidad Politécnica de Madrid, la implantación de Madrid Central ha reducido un 38% las emisiones en el centro y un 9% en el conjunto de la ciudad.
Pronto para dar resultados
Aún así, hay voces que han querido exponer un punto intermedio. Es el caso de la Sociedad Española de Sanidad Ambiental (SESA) que ha dicho que pese a que 'Madrid Central' es "valiente", también tiene "reducido recorrido" para poder sacar las oportunas evidencias científicas. SESA considera que, desde un punto de vista cuantitativo, es un tiempo "excesivamente corto" para poder extraer conclusiones sobre su impacto en los niveles de inmisión, tanto dentro, como fuera de la zona de protección.
"Es cierto que las concentraciones medias de NO2 de los meses de marzo, abril y mayo en la estación de Plaza del Carmen son sensiblemente menores que las de la media histórica en esta estación. Sin embargo, confluyen otros factores como los de carácter meteorológico, que hacen muy complicado, con tan pocos datos para poder desestacionalizar la serie, atribuir exclusivamente este descenso a la disminución de las emisiones locales debidas a 'Madrid Central'", ha apostillado.
Pero independientemente del análisis cuantitativo, la organización ha aseverado que todas las medidas de reducción de tráfico llevan asociado un beneficio para la salud de los ciudadanos que viven en otras ciudades con reducción de tráfico, y ha puesto como ejemplo a Londres, Roma, Estocolmo, Pekín o Los Ángeles, ciudades que han evidenciado con estudios epidemiológicos que todos estas medidas han repercutido "favorablemente" en la salud de sus habitantes.
Pepe
04/07/2019