Si 2015 fue un año en el que no se avanzó mucho en materia regulatoria en el sector energético por culpa de los continuos procesos electorales, este 2016 ha iniciado el año con el sector energético infectado por un virus que paraliza todo lo que se ponga por delante. Estamos asistiendo a un espectáculo político sin precedentes. Todos se mueren por decir a los mil vientos que va a ser la legislatura de los acuerdos, de que ha llegado la hora de hablar. Pero han pasado cinco semanas de la celebración de las elecciones generales y España sigue sin Gobierno y puede ir para largo.
Una de las grandes consecuencias del distanciamiento y la incertidumbre política es que el Gobierno en funciones, es eso, en funciones. El actual Ejecutivo lleva cerca de 40 días sin decir esta boca es mía. Pero lo peor es que no se espera que lo haga en las próximas semanas. Al paso que vamos, este 2016 en vez de tener 366 días parece que tendrá menos de 300 en el mejor de los casos.
Ya se han tirado a la basura muchas semanas. En el apartado energético no se ha hecho absolutamente nada, y eso que los inquilinos del Ministerio de Industria aseguraron que todavía les quedaban cosas por hacer. ¿Dónde está Alberto Nadal? El hombre fuerte del Gobierno en materia energética, el padre de la reforma eléctrica, ha desaparecido desde que se inició la campaña electoral. Lleva mes y medio desaparecido. Y aquí no pasa nada. Da la sensación de que en diciembre y enero no se ha ganado su sueldo. ¿Acaso una empresa, una pyme o ya no decir un autónomo se puede permitir el lujo de no hacer nada en casi dos meses? Ver para creer. Pero así son los políticos.
Y esto se puede decir más o menos del ministro Soria, que por cuestiones más de protocolo, ha aparecido más en los medios y en actos tipo Fitur, etc. Pero en materia energética nada de nada. Por no hablar no dicen nada de lo bueno que va a ser este enero en cuanto al recibo eléctrico se refiere. Silencio administrativo.
Como muestra hay varios hechos que demuestran esta parálisis. Además de que no se ha aprobado ni una pequeña normativa, el 2016 ha visto como no soluciona el problema de Elcogas, por pasotismo puro y duro. El patadón para adelante parece tener fecha de caducidad este domingo. A lo mejor nos sorprenden con otro patadón y que sea el siguiente Gobierno el que arregle el desaguisado.
Otro asunto. La subasta eólica. Ha dejado al descubierto muchas carencias del equipo de funcionarios de Alberto Nadal. Un fracaso absoluto que no ha servido para mucho. O por lo menos no ha servido para lo que decían que iba a servir. La industria eólica española sigue igual o peor. Y aquí nadie dice nada. Si no querían ni celebrar que no iban a dar ayudas. Y eso que nos ahorraríamos algo todos los españoles.
Luis Villar (@LuisVillarPerez)
29/01/2016